Esta es la cuarta y última parte de la historia.
Zee Pruk es un temible alfa multimillonario y muy poderoso. A lo largo de su vida se ha ganado muchos enemigos y también a levantado muchas envidias. Un día todo cambia y de un momento a otro se encue...
El Concurso Nacional de Música tuvo lugar en el Auditorio Milennium de Londres, donde los jóvenes con más talento del Reino Unido se dieron cita.
Anne estaba muy nerviosa, había ensayado su pieza cientos de veces pero estaba muy insegura de poder contener su nerviosismo ante tantas personas.
Saint y los demás consiguieron verla y darle todo su apoyo antes de irse a sus butacas correspondientes para disfrutar del evento y aplaudirla con todas sus ganas.
La alfa fue la octava en participar y una vez más hizo maravillas con las teclas del piano entre sus dedos, deleitando a jueces y al público con su virtuosismo.
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Tras pasar el resto de los participantes, llegó el veredicto, donde esta obtuvo el segundo puesto pero se sintió vencedora cuando su familia y su omega la rodearon y la abrazaron orgullosos y felices por ella.
Antes de regresar a Oxford de nuevo, la chica tuvo unas horas para estar con su familia y con Yatch, el cual nervioso y excitado la abrazó y besó con ansias.
De nuevo fue muy dura la despedida, solo les quedó el consuelo de llamarse cada semana y verse en unos meses cuando llegasen de nuevo las vacaciones.
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Dos años después
Zee como antaño volvió a ser el millonario empresario que había sido, sólo que en esta ocasión y tras todo lo ocurrido, este era mucho mejor alfa.
Tanto fue así que una mañana llegó un sobre en el que se decía que le iban a conceder un premio por ser el mayor ganadero e impulsor del trabajo en Holmes Chapel.
El alfa tenía en su explotación y en la fábrica empleados más de doscientos omegas, betas y alfas del pueblo, que gracias a su esfuerzo, junto con su buena administración y a la exportación de sus productos a varios países de Europa, hizo que el pueblo creciese.
Para ello se celebró un gran evento en el mejor hotel del pueblo, con una gran cena de gala y en el que el alfa tuvo que decir un discurso de agradeciendo por su premio.
Saint y Yatch lo acompañaron orgullosos como familia y parte del equipo pero además de ellos, sus amigos y compadres Tin y Can no quisieron perderselo.
