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Al terminar de leer el correo que manuel me había enviado, pude comprender muchas cosas, dado que muchas de estas no entendí a la primera, ya que no me las esperaba, y ahora que, que seguía, lo quería conocer, por supuesto que si, el no iba a dejar de ser manuel, era su esencia la que me encanta su voz, me reconfortaba mucho, admito que solté lágrimas al enterarme de su situación, yo quejándome de ciertas cosas mientras el batallo con algo que el no pidió,  mire la pantalla de mi celular quería escribirle pero no sabia que, así que decidí llamarle, no demoro mucho la espera ya que el contesto muy rápido.
-Pensé que no llamarías, no estoy acostumbrado a decirle a las personas sobre mi ceguera, ya que por lo general, suelen darse cuenta, me alegra que me hallas llamado.

-si, como no lo haría, y tu ahora quieres conocerme.?

-  si no quisiera, no me hubiera tomado la molestia de escribirte ese correo. ahora solo quedaría decidir que día nos veríamos.

-por mi te diría ahora, pero se que no seria adecuado.
-no me crees capaz, dame tu dirección, y paso por ti, solo esperame lista.

-como lo dices enserio?.

-si, yo no bromeo anda tienes máximo media hora. adiós peque;a.

Tenia solo media hora para alistarme, yo estaba en pijama, mi cabello parecía un nido de pájaros, lo iba a conocer, sentí una sensación que recorría mi cuerpo es como si flotara, nunca antes me había sentido así y recalco en NUNCA. hice lo que pude ya que soy de ponerme lo primero que veia  siempre y cuando convine, la media hora paso muy rapido, una llamada me saco de mis pensamientos,-Estoy afuera, un  chevrolet negro, placa 3ui467 .

al salir de mi casa, era un  pequeño espacio pero era mi casa de cariño, volvi a sentir como si flotara, como si esto ya lo hubiera vivido, si habia un chevrolet negro, toque la luna y el senor que conducia salio para abrirme la puerta, al entrar el estaba hay, vestia un jean azul oscuro, unas converses de cuero negro, una casaca color guinda, era como el se habia descrito, test blanca, muy blanca, cabello castaño rizado , labios rosados, muy guapo, y yo  parecia la natacha, su hola, me llamo a la realidad, era el y lo tenia tan cerca de mi, su perfume impregnaba todo el auto, que ya estaba en marcha nos dirigiamos hacia un boulevar conocido, no sabia que decir, ni que hacer mis manos estaban muy frias, debian ser de  los nervios, manuel se percato de eso, que agarro mi mano, y su tacto no me fue desconocido, no se sintio como si alguien que acabas de conocer te toque, realmente estaba sucediendo esto, o solo era un sue;o y si era asi no queria despertar.
el silencio se apodero del vehículo, ya no faltaba mucho para llegar al destino y seguíamos agarrados de la mano, al llegar a este, yo baje primero, no sabia como actuar pero el lo hacia todo mas fácil, como si supiera lo que pasaba por mi mente, puso su brazo por mi cuello y mi brazo lo paso por su cintura, caminamos abrazados, tal vez a cualquiera le hubiera parecido incomodo  siendo la primera vez que nos conociamos, pero no, no fue asi, la sensacion de conocernos antes era mutua, el lo dejo muy claro, caminamos, hasta llegar a un malecón del cual podíamos ver el mar,  ya estaba por oscurecer y el sol a penas se notaba, era hermoso, pero su compañía lo hacia aun mas magico, estuvimos unos minutos, en silencio, hasta que hizo una pregunta.- Me contaras lo que te sucedio?
Me asombre mucho, no pense que se acordaria, ya que fue algo muy bajo, un dia cuando solo conversábamos  por whatsapp, le comente algo que apenas recordaba.

-de verdad quieres que te cuenta, a decir no recuerdo mucho casi nada son varias cosas.

-quiero que lo hagas pero a su momento, cuando tu estés lista, yo esperare a sí como tu esperaste, es lo mas justo no?

-asenti, diciendo si al mismo tiempo.

paseamos, cenamos, ya era muy tarde cuando salíamos del restaurante, nose si fue un impulso, pero lo invite a mi casa,y el no se negó, de verdad querida contarle todo a el, algo que nunca he hecho con nadie, seria por miedo, o rechazo, pero era la paz que me brindaba que me hacia confiar en el, subimos al taxi, el contaba unos chistes monse, y yo se los regresaba, el trafico al parecer no quería que lleguemos a  nuestro destino, y el taxista al parecer no quería comerse dicho trafico, agarro una ruta diferente con muchos baches, una de esas el movimiento de dicho carro fue tan fuerte que manuel agarro mi rostro y me dio un beso en la mejilla, fue muy casto y muy tierno, pero creo que el taxista queria mas, por que dio un giro repentino que impulso a manuel hacia mi, y el viendo la segunda oportunidad me beso, y fue glorioso, de esos besos que te hacen sentir mariposas, fue tan corto pero fue lo suficiente como para querer repetirlo, al llegar a mi casa, le di un pequeño recorrido, mientras o acomodaba unas cosas, y me ponía mas cómoda, el llamaba a su casa para avisar que no llegaria a dormir , tenerlo ahi tan cerca era irreal.

-quieres comenzar- dijo manuel mientras se ponia comodo, en mi cama de plaza y media, ya habia tanteado muy  bien mi espacio.

- yo nunca se lo conte a nadie siempre quize ser alegre para los demas y siempre brindar mi tiempo y energía, pero creo que nadie lo valoro, aun no estoy segura si abrirme contigo, pero quiero dar ese paso por que siento como si ya te hubiera conocido antes, y tengo la necesidad de poder decirte muchas cosas y se que no me juzgaras,  ni tendrás lastima de mi, hablamos me escuchaba sentía su impotencia según le iba contando,  cuanto podía aguantar, cuanto aguante, mi desahogo fue herirme a mi misma, para no hacer sentir mal a nadie, quería sentir mis cicatrices, pero ya no estaban, no visualmente pero aun quedaban marcadas en el alma. hablamos tanto que nos quedamos dormidos, fue la primera vez que me sentí a salvo.

Dios! porque me diste este amor?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora