Cuando Zayn entró por la puerta de su propia vivienda, de inmediato se fue trotando escaleras arriba hacia su habitación, lanzando su maleta en el primer lugar que cayera. Se quitó la corbata, su alfa interior se removió de felicidad cuando escuchó unas vocecitas desde el interior de la habitación. Niall sonreía, podía sentir esa desesperación que emanaba Malik cuando se trataba de ver a sus pequeños. El ojiazul miró la puerta siendo abierta, pronto un alfa se encontraba a su lado, cargando a sus hijos y besando los labios de su omega con una sonrisa de satisfacción. No cabía duda, un alfa estaba enamorado de su familia.
Derek reía cuando la poca barba del moreno le picaba su mejilla. Zayn no dudó en abrazarlo con fuerza, mordiendo la mejilla del pequeño sin llegar a hacerle daño, aprovechando que Niall sostenía a Tony. Las carcajadas del cachorro era música para los oídos de ambos, quienes no podían parar de sonreír; el alfa por tener dos pequeñitos hermosos que eran solamente suyos y el omega por ver a su alfa en modo meloso, cariñoso y protector. Amaba estos pequeños momentos como nada en el mundo. Cuando Zayn terminó de darle la bienvenida a Derek, se lo cambió al rubio por Tony, al que obviamente sólo le dejó muchos besos en su cabecita, mejillas y nariz. Si llegaba a morderlo como lo hacía con el otro niño, de seguro lloraría por horas y Niall lo mataría. Nadie quería ninguna de las dos.
—Yo evito hacer eso y vienes tú y los aprietas como si fueran peluches. —se quejó divertido el omega.
—Esh que shon tan lindosh que me losh quiero comersh a ambosh...—decía jugando con el cuerpito del cachorro menor. —¿A poco no te dan ganas?
Niall miró a Derek, estaba succionando su pulgar y lo veía como si fuera una maravilla. El omega sonrió y asintió abrazándolo.
—Date prisa, debemos ir donde tus padres. —murmuró el omega. Zayn asintió dándole un largo beso en los labios, Zayn acarició delicadamente la mejilla del rubio sin separarse. Lo beso varias veces haciendo sonar pequeños chasquidos, las feromonas de ambos estaban en el aire.
—Te amo, Ni.
—Yo también, alfa.
Al cabo de una hora ya se encontraban camino hacia la mansión de los Malik. Niall venía escuchando sobre como fue ese día en el trabajo del moreno, le gustaba escucharlo, así sabía lo que le molestaba y alegraba. Sabía que el alfa era un hombre bastante apasionado por los negocios, así que solía manejar todo con pasión, sin contar que la empresa Malik Army había logrado crecer gracias a ideas que el morocho había puesto en práctica. Yasser confiaba que quedara en buenas manos. Miró la figura del alfa manejando, concentrado, con una mano en el volante y la otra sobre la palanca de cambios, su cuerpo alto se veía precioso, Horan casi babeaba de ver a su esposo, no lograba explicarse como rayos se veía tan atractivo haciendo algo tan simple como manejar el auto. Pronto sus zafiros se quedaron quietos en ese punto justo debajo del cinturón de seguridad.
—Y por eso es que...—Malik dejó de hablar al ver que Niall realmente no lo escuchaba, si no que lo miraba. Desvió sus propios ojos hacia donde los tenía el rubio, oh su pequeño estaba viéndole el pene. —N-Niall...
El omega se había acercado solo para colocar su mano sobre el pantalón del alfa. La reacción de su tacto no se hizo esperar, la sangre se enfocó en un solo punto, el calor se acumuló entre sus bóxer mientras que el resultado era una erección bastante prometedora.
—Amor, esto... no es que no quiera, es raro con los niños aquí y...—balbuceaba tratando de encontrar alguna forma de que sus impulsos no colapsaran y terminara dándole un espectáculo a los cachorros.
—¿Puedes anudarme esta noche? —pidió el rubio viéndolo a los ojos. Zayn tragó saliva sonoramente, Niall nunca le pedía eso, simplemente era algo que pasaba. Su respiración se aceleró, los ojos de su esposo eran de deseo, pero no borraba esa inocencia que poseía el menor para pedir las cosas que quería.
—Sí, mi amor.
Horan dio un último apretón al pene del alfa antes de dejar un beso en la mejilla de éste, sonriendo internamente cuando la sintió hirviendo.
***
Cuando llegaron, miraron el auto de Harry estacionándose frente a la entrada. Niall salió cargando a Tony, Derek estaba en los brazos del alfa. Louis sonrió enormemente cuando los miró a ambos, caminaron hasta llegar a la puerta donde tocaron el timbre y esperaron a que alguien abriera. Los omegas estaban hablando de sus niños, mientras que los alfas se veían directo a los ojos.
—Te cambio a Edward una semana por Derek. —negoció el rizado. Zayn alzó una ceja.
—Me temo que Dylan es más tranquilo, mejor te cambio a Tony por Dylan.
Iban a seguir hablando cuando tres cabezas se asomaron en la puerta. Doniya, Safaa y Waliyha no dejaban de gritar de la emoción, ignorando las presencias de los demás para enfocarse en todos los sobrinos y primos que tenían. Ninguno se dio cuenta del momento en el que quedaron con las manos vacías, las chicas se habían llevado a los pequeños hacia la sala. Malik gruñó sonoramente dispuesto a traer a sus hijos de vuelta.
—Devuélvanmelos hijas de...
—¿Hijas de, qué? —preguntó Trisha saliendo detrás del moreno. Zayn sonrió apenado.
—Hijas de la omega más hermosa...—dijo con miedo yendo al lado del rubio. —Secuestraron a los niños. —apuntó a las omegas que no paraban de gritar por la ternura de los bebés.
—Por Dios, Zayn, déjalas ser felices. —regañó ella.
—Trisha, no seas así, recuerda cuando me quitabas a Doniya de niña, era peor que un león. —ronroneó Yasser en su oído, luego les dio la bienvenida.
Cuando terminaron de saludarse y hablar un poco, una beta anunció que la cena estaba lista. Se dirigieron hacia el comedor donde usualmente solían sentarse, cada quien ya tenía su asiento fijo, pero la diferencia de ahora eran las sillas para los niños. Yasser se había encargado de comprar una para cada nieto y primito. Finalmente, cuando todos tenían su plato lleno, llegó el momento de enfocar la atención en el menor de todos los integrantes, Tony se veía precioso, mirando alrededor con curiosidad.
—Yo le puse el nombre. —sonrió el moreno orgulloso.
—Es una réplica exacta tuya. —sonrió Doniya desde donde estaba.
—Sí, lo que me recuerda...—el alfa se puso de pie. —Que sí tengo espermatozoides fuertes. —cantó Zayn haciendo un pequeño baile frente a todos, todos los presentes rieron. Malik cargó a Tony para chocar mejillas y que todos lo vieran. Joder, ahora si se había sacado la lotería, tenía dos Nialls y un mini Zayn.
—Bien, ganaste este round. —se burló Yasser.
Continuaron cenando mientras que comentaban sobre como había pasado el tiempo. Hace ya casi cuatro años que el omega y el alfa se habían conocido, de ese día que lo llevó a esa misma casa para conocer a su nueva familia, donde su alfa y su suegro le habían gastado la broma de su vida al fingir odiarlo. Ahora estaba ahí, sentado con un moreno hermoso, dos pequeños productos de su inmensurable amor, disfrutando cada segundo que tenía al lado de ellos. Niall sabía que era afortunado, deseó que muchos omegas pudieran tener la misma suerte que él tuvo para poder encontrar a Zayn, y que el alfa que los cuide sea como el suyo. Los labios de Malik sobre su mejilla lo sacaron del trance, Horan sonrió bajo la mirada inquisidora de su esposo. El omega se acercó al oído del moreno para poder susurrarle algo:
—Quiero besarte como la primera vez. —y sin saber el porqué, el corazón del alfa se aceleró. Niall se recostó en su hombro.
Como la primera vez.