Friends

otoño 2

-despejen- dijo el médico tratando de reanimar al peliverde, y tal parece que funciona, le llevan al hospital...

Le conectan cables y se siente cansado.

En eso ve a su amigo pasar...

-no nos asustes así, tonto- decía tomando su mano, llorando tal cual como niño.

-y... yo... Era el llorón...- dijo tratando de bromear, pero su voz era cada vez más imperceptible. –Tranquilo... aquí... estoy- tratando de relajarle, pero en definitiva, esto hacia que esto empeorara el llanto del otro.

Llego un momento que se encontraba cansado y decidió dormir, el celeste solo le veía, de debatía entre decirle su sentir, pero el nudo en la garganta le impedía siquiera respirar...

Izuku sentía más su vida del otro lado del puente, tenía más miedo que nunca, acaso, las quimioterapias no le ayudarían a mejorar... que no tenía un bajo porcentaje de morir...

Tenía tantas ganas de decirle, de confesarse y decirle a su amigo que quería más que ser el niño que lloro por un dibujo arruinado y un crayón robado, pero esto le sobrepasaba...

Pero sentía que le faltaba el oxígeno, que sus huesos se contraían, y que su vista se ennegrecía, solo pudo ver a varios vestidos de blanco y la voz lejana de sus parientes, pero más el de su amigo, que gritaba una y otra vez su nombre... cada vez más imperceptible.

[...]

Después de un rato despertó, y vio dormida a su madre, al voltear, pudo a ver a Tomura durmiendo a su lado... acaso sería correcto decirle que le ama, tal vez el solo lo vea como un desahuciado que solo ve amor y por pena acepte.

Pero el tiempo es lo que menos tiene, con muy pocas fuerzas levanta su mano y despierta a Akutagawa, este le ve con asombro.

-tomu... tengo... que... decirte... algo- le decía entre cortado cada vez sentía que sus fuerzas se iban.

-dime, aquí estoy- le dijo a punto de llorar, le veía mal, peor que nunca.

-tomu... tu... me... gustas...- le dijo con pocas fuerzas, y a pesar de tener la mascarilla en la cara, el pelinegro pudo escucharle.

-tú también tonto- decía con tristeza, cuando su madre despertó, le trataba de relajar, con lágrimas en los ojos - mamá... me... harías... un... favor...- decía más entre cortado.

-dinos cariño- entre lágrimas su madre que tocaba su mejilla tersa y delgada.

-¿puede... quedarse conmigo... tomu junto... a mi... en... mi cama? Le dijo entrecortado, sentía más débil.

Asintió y movieron poco al peliverde, y el pelinegro solo se acostó a su lado.

Tomura sentía la entrecortada respiración y entrelazo su mano a él.

Y él se sintió en paz, solo cerró los ojos y fue la primera vez que el dolor se desvanecía, y que pudo relajarse.

El doctor les dijo anteriormente que por desgracia el tratamiento empeoro su estado, explicando que no a todos los cuerpos racionan igual, y el estado estaba peor...

Que no tenían más opción que apoyarlo y despedirlo y que no resistiría mucho...

Lo sabía, se prometió no llorar, no preocuparle, que le demostrara que era más fuerte y podría ser su apoyo...

Pero fallo... pudo escuchar al electrodo ir cada vez más lento, hasta el punto que los pitidos se oían hasta dar un solo sonido...

Lloraron, esa noche de otoño, en ese hospital, y con una sonrisa en la cara...

Murió Izuku Midoriya, rodeado con su familia.