No es morir con delicadeza dónde las puertas se cierran y el alma abre portales que no comprendemos , amores que son delitos que sin crimen caen sobre su suicidio del alma en pena, y su murmuración presidiaria aumentan mi condena .
Una loca idea surge en mis penas , a diario se desata un dilema de un amor que sin ser fuego me quema y sin necesidad de agua arranca mi sed que en el desierto obtuve.
Una llaga profunda llevó dentro , una alegria que se burla de mi sufrimiento, un susurro que se aloja en mi silencio y un reloj que poco a poco se roba mi tiempo;
tiempo de reír cuando en realidad lloro,
tiempo de conquistar o ser conquistado , tiempo de abrazar o ser abrazado,
tiempo donde la felicidad es un delito y una condena que se altera atraves de aquello que seguimos llamando tiempo.No sé conjugan la leyes de la vida , la legalidad del intérprete de la ocasión y la loca idea que a su vez se interpreta por cordura, un dial en la soledad y un tiempo que se mantiene a la expectativa de otro tiempo en conjunto...
Elmin Matos