Hasta tocar tu piel de violín, mi armoniosa sinfónica que emite esperanza al azar. Me haces renacer de mi invaluable música, transformando mi torpe vida en sonidos al descubierto.
¡Oh! Hermoso cuerpo de violín, mis manos de artista tocaron lo más alto de tus montañas misteriosas.
¡Oh! Dulce melodía que de tu piel brota.
Complemento de la tristeza y la alegría, entre agria y dulce , entre muerte y vida , entre locura y cordura, entre números y letras, entre amor y más amor , corriente que quema con el fuego de tu alma y música que llena hasta el vacío más lleno, de la piel masculina.
Mi Violín
Elmin Matos