𝗦𝗪𝗘𝗘𝗧 𝖢𝖮𝖥𝖥𝖤𝖤 ; JEONGIN x CHAERYEONG

𝗗𝗘𝖴𝖷; 𝗘𝗦𝗖𝖠𝖯𝖤

JeongIn estaba cansado de oír los gritos en su casa, no comprendía cómo su madre había aceptado que su padre trajera otra omega a la casa. Era obvio que eso iba a desatar muchos problemas entre ellos, pero al parecer a nadie le importó. Estaba realmente cansado de todo eso, haciendo que se levantara de su cama y bajara las escaleras con cuidado, para luego tomar las llaves del auto de su padre y saliera de la casa. Tomó aire y se adentró al auto, en un principio simplemente quería quedarse allí para sentir que estaba lejos de los gritos, pero luego eso cambió y encendió el motor. No sabía hacia dónde debía ir, no tenía claro que iba a hacer y mucho menos si es que iba a volver, pero simplemente anhelaba salir de allí.

Condujo un par de horas alrededor de las zonas cerca de su casa, pero luego simplemente comenzó a alejarse. No le importaba mucho donde iba a acabar en ese momento, con saber que esa tarde había oído decir a su padre que había llenado el tanque del auto era suficiente para simplemente dejarse fluir para huír.

Vió un cartel de un café, parecía no haber clientes. Al menos iba a tener un poco de paz allí.

Estacionó el auto y se bajó, para luego volver a adentrarse y ver si su padre tenía algo de dinero. En cuanto encontró algo suspiró, eso quizás le alcanzaba para un café.

Se adentro al local y se sentó, mirando el menú que estaba en la barra donde se había sentado. Alzó la vista al oír la voz de la chica que allí trabajaba y sonrió al verla sonreír.

— Sólo un café, gracias —Bajó su miraba hacia el menú, para dejarlo a un lado y ver como la chica se alejaba.

Quizás en ese momento debía agradecerle a su padre por todo lo que estaba sucediendo, porque si no hubiese sido así ahora no podría haber visto a esa linda chica. Quizás estaba suponiendo muchas cosas, pero sentía que ella era una omega, particularmente no hubiese dejado a una omega trabajar sola a estas horas, pero ¿quién era él para decir algo contra eso?.

— No lo había visto antes por aquí —Habló la chica, entregándole el café.

— Nunca había venido, es un lindo lugar —Tomó la taza— Sólo vine para escapar —Rió, haciendo que la chica también lo hiciera.— ¿No vienen muchas personas a esta hora, cierto?.

— Lamentablemente no, pero varios policías y doctores lo hacen, así que según mi padre debemos mantener abierto para ellos.

— Según la moral —Movió un poco la cabeza, haciendo que la chica asintiera.