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Selena:
Ya me habían dado el alta y Zac me estaba esperando  afuera con un ramo de rosas, es tan tierno este hombre, le recibo las flores, le doy un beso en la mejilla y él me abraza, me suelto rápidamente pero sin que él lo note, ya que recordé lo de la vez anterior cuando supuestamente abordábamos un avión los dos juntos y no éramos nosotros, pero si ahora nos ven, esto podría afectarle a la chica de la cual Zac está enamorado, y si él quiere ganar su corazón , yo no quiero perjudicarlo.
Subimos al auto y huelo una vez más las rosas, llegamos a mi casa y cargamos lo necesario ya que habíamos planeado hacer un mini picnic en un espacio verde y luego ir al centro.
Llegamos al lugar y me bajo del auto sin esperar a que él abra mi puerta, me sentía libre, no habían paparazzis, no habia Hailey, Justin ni nadie que me arruinara este momento, aspiro el aire fresco y el olor a pasto húmedo, me volteo y ayudo a Zac a bajar las cosas, coloca una manta en el suelo, unos almohadones y nos sentamos.
Saco la comida que él tenía preparada y el jugo natural, miro a Zac el cual se está quitando los zapatos y yo imito su acción, ato mi pelo en un rodete despeinado y subo mis lentes a mi cabeza, suspiro y le hablo a Zac:
_Okey Don Efron, la comida está
servida. No sé que ha traido usted pero lo probaré._
_Haha es comida árabe querida, una delicia por cierto, en realidad no estoy seguro si es comida árabe o asi le llaman, son bocaditos con carne._
_No sé debería probar, de lo contrario si no me agrada sólo comeré fruta._
El abre su boca fingiendo estar indignado
_Como puedes creer que yo traería algo que no te gusta? Marie Selena! Ven te daré a probar._ dice tomando un bocadito y acercándolo a mi boca, abro y acepto gustosa, los sabores se mezclan en mi paladar, el picante, dulce, salado y él no mentía es una delicia total.
_Está riquísimo!_
_Pues claro, yo no me equivoco._
_Eres un vanidoso, ¡Ven aquí pequeño demonio!._ le digo mientras lo atrapo entre mis brazos y lo abrazo, luego de ese abrazo el deja su cabeza recostada en mis piernas, y yo me inclino hacia atrás apoyadando mis palmas en la frazada, y los dos hablamos de nuestras vidas mirando al cielo.
La tarde transcurre lenta y llena de diversión debido a nuestras charlas, levantamos las cosas cuando es la hora de ir al centro de rehabilitación, cargamos todo en el auto y emprendemos viaje.
Minutos más tarde estamos en la puerta, Zac avisó a su amigo y él me estaba esperando, llego a la entrada y me volteo hacia mi amigo, el corazón se me estruja al pensar que en todo este mes que estaré internada el pueda conseguir el amor de esa chica especial, pero no puedo ser egoísta ¡Por Dios! perdió mucho tiempo ocupándose de mí. Cuando volteo el me abraza muy fuerte y yo le digo unas palabras al oído.
_Tranquilo, sólo serán 30 días, volveré. Espero no te olvides de mi tan rápido cuando esa chica te diga que sí._ El sale del hueco de mi cuello y me mira sonriendo
_Creeme que eso no pasará, esa chica la tengo en un lugar seguro en donde nadie la podrá molestar y yo la cuidaré siempre. Estaré aquí para cuando salgas, te quiero mi princesa._
_Te quiero amigo mío, eres una persona de oro, te amo muchísimo, nos vemos en 30 días._ le doy un último abrazo y entro al lugar con mi maleta, me despido de él una vez dentro y le tiro un beso al aire, él hace de cuenta que lo atrapa y lo estampa en su corazón, volteo y entro al centro.

𝙏𝙪 𝙖𝙪𝙨𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙢𝙚 𝙝𝙖 𝙙𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙯. Bɪʟᴏɢɪ́ᴀ ﹙₂﹚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora