Uno.

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Jeongin abulto los labios al verse en ese estado tan deprimente. Estando caminando solo a las dos de la mañana por las calles de Seúl con un frío insoportable y solo con un abrigo liviano cubriendolo.

Se abrazo más a si mismo tratando inútilmente de darse más calor, pero claro que no lo consiguió. Era lo obvio al estar en una carretera ocupada solo por bosque y más bosque, pero si quería llegar más rápido a casa debía tomar ese camino, el camino más corto de ese barrio.

Se apartó más permaneciendo a un costado cuando una moto pasó a su lado yendo tan rápido que temió por la vida de esa persona. Un auto totalmente poralizado lo seguía, y Jeongin pudo ver cuando el auto tomó más velocidad adelantándose de la moto y frenando frente a este.

El peli negro paró su caminar sintiendo su cuerpo temblar, y no precisamente del frío.

La moto no manejó bien su velocidad y terminó estrellándose contra el auto y esto hizo que el hombre salga volando hacia el frente y su moto caiga haciéndose trizas.

Jeongin se tapó la boca con las manos tratando de no soltar un grito cuando el auto retrocedió y vio el cuerpo partido en dos de aquella persona. Pudo ver como dos hombres bajaban del auto y iban hasta el cuerpo, uno de ellos se puso de cuclillas rebuscando entre los bolsillos del cuerto ya inerte y sin vida.

—Se hizo mierda, literalmente— Dijo divertido el hombre quien sacó una billetera del bolsillo y comenzó a examinarlo.

Jeongin retrocedió varios pasos conteniendo la respiración cuando el hombre que se encontraba apartado y parado giro a mirarlo, su mirada gélida puso los pelos de punta del menor quien miró su alrededor pensando en escapar. Pero sus pensamientos quedaron en blanco cuando vio al hombre caminar hacia él.

Su caminar era despreocupada y sexy, debía admitir el peli negro. Su semblante serio ponía inseguro a Jeongin, quien quería sollozar en esos momentos, porque tenía miedo. Y su cuerpo temblando lo delataba de sobremanera.

El hombre paró frente a él y se cruzó de brazos, su aroma llegando a las fosas nasales del más bajo rápidamente, un olor bastante exquisito y varonil. Jeongin vaciló sin saber que decir o hacer.

—Y-yo n-no vi n-nada— Susurro, un susurro bastante tembloroso y asustadizo.

Jeongin se sorprendió al ver su sonrisa de lado y se sorprendió aún más al escuchar su risa. Su risa ronca y perfecta, avergonzandolo en demasía, y haciendo que abultara los labios inconscientemente mientras se sentía sonrojar.

El más alto paró su risa y lo miró con los ojos entrecerrados— Si niño, tú no viste nada..

El temblor de su cuerpo no cesaba, y estaba seguro que era del miedo. Ni siquiera el frío lo hacía temblar tanto como la presencia de ese hombre.

—E-eh okey. M-me voy— Jeongin hizo una leve reverencia y se apartó un poco para pasar por su lado.

Su cuerpo completo se tensó al sentir la mano del hombre posicionarse frente a él antes de dar un paso más, sintió sus manos tomándolo de la cintura y estirandolo para posicionarlo nuevamente frente a él.

—¿Que hacemos lindo?— Jeongin observo la mueca fingida del chico— Creo que debo matarte para asegurarme que realmente no viste nada- Jeongin trago duro negando repetidas veces.

—Y-yo realmente no diré nada— Dijo en un tono de súplica.

Su cuerpo no reaccionaba, y aunque su mente le decía que debía correr no podía alejarse del cuerpo de ese hombre alto y atractivo. Paso saliva por sus labios sintiendo mil pensamientos pasar por su mente.

Kill To Live [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora