Llegamos en coche al centro del pueblo. Zayn aparcó y empezamos a caminar por una calle llena de comercios.
Esta vez fui yo la que le tomó la mano a Zayn. Miramos unos cuantos restaurantes, y nos decidimos por uno que era estilo americano en los años 50. Se llamaba "Peggy Sue". Nos llamó la atención por ser de color rosa y azul. Estaba muy bien ambientado en los 50.
Nos sentamos en una mesa un poco alejada del resto de gente que estaba comiendo en el local.
Un camarero vino y nos trajo la carta. La estuvimos leyendo un rato.
Cuando el chico vino a tomarnos nota, Zayn levantó la vista de la carta y la dirigió hacia mí con una sonrisa pícara.
-____ tú pedirás lo de siempre ¿no? Una hamburguesa...
-Pues resulta que hoy no, me voy a pedir una "César salad".
-Ummm, bastante más saludable que una hamburguesa.- dijo Zayn burlándose de mí.- Yo creo que pediré un "Crazy Charlie" (perrito caliente especial de ese restaurante, muy bueno, por cierto)
-¿Y de beber que van a pedir?- preguntó el camarero.
-Yo una "Pink lemonade".- le dije al camarero. Me llamó la atención eso de la limonada rosa, por eso la pedí.
-Yo una coca cola.- dijo Zayn.
Esperamos hasta que nos lo trajeron. Los dos platos tenían una pinta deliciosa.
-Qué hambre tengo!!-exclamé.
Comimos en silencio. Nos mirábamos constantemente. Mientras disfrutaba cada segundo de la excelente compañía.
Cuando terminamos de comer todo. El camarero nos volvió a traer la carta para el postre.
-¡Pink carrot cake! (tarta de zanahoria rosa) .Esto le gustaría a Louis.
-Uhh y ¿qué más cosas le gustan a tu novio?
-Zayn, creo que ya te dejé muy claro que Louis no es mi novio, además, creo que él ya tiene novia, se llama Eleanor. Además el único novio que tengo está enfrente mío haciéndome de rabiar.
Me miró con una gran sonrisa en la cara. Creo que me quedé embobada mirándole hasta que el me sacó del trance.
-____ ¿Qué vas a pedir?
-Aún no lo sé.- dije mirando a la carta con cara pensativa.
- ¿Qué te parece si pedimos un batido con dos pajitas y lo compartimos?... creo que me estoy volviendo demasiado romántico.- dijo Zayn.
Me reí ante el comentario.- ¡Me parece bien!- dije ilusionada.
-¿De qué sabor lo quieres?
-Me da igual, ¡todos me gustan!
-A mi también.
-Pues entonces lo echamos a suertes.
Cerré los ojos y empecé a mover el dedo por la carta. Paré el dedo y abrí los ojos. Había "elegido" el batido de fresa.
-¿Te parece bien el de fresa?- le pregunté a Zayn.
-Siempre que a ti te lo parezca...
El camarero volvió a tomarnos nota del postre y le pedimos lo que habíamos elegido.
Nos lo trajo en un momento. Parece que averiguó nuestras intenciones, porque traía dos pajitas.
Entre besos de sabor a fresa y nata, nos bebimos el batido. El camarero vino a traernos la cuenta. Fui a sacar dinero de mi bolso, cuando una mano me lo impidió.
-Ni se te ocurra pagar.- dijo Zayn.
-¡Oh no!, ya te he dejado pagar las barcas ahora me toca a mi pagar.
-Déjame pagar a mí.- insistió Zayn.
Se me ocurrió una idea genial. Saqué disimuladamente el dinero de mi cartera y lo guardé en mi mano. Empecé a besar a Zayn, cosa que le pilló desprevenido y continuó besándome él a mi.
Qué inocente era. Mientras él me besaba yo le tendí la mano al camarero con el dinero. Una situación un tanto vergonzosa pero me salí con la mía, porque el camarero cogió el dinero y se fue a la caja a por el cambio.
Cuando nos separamos, Zayn no se había enterado de lo ocurrido y preguntó:
-¿Dónde está el camarero?
-No sé, se habrá ido a por algo...
Al rato volvió y me dio el cambio. Cuando salimos del restaurante Zayn me señaló acusadoramente y dijo:
-¡Tú! ¡Me has engañado para pagar!
-Lo sé, no iba a dejar que siempre pagaras tú.
-Pero...
Le callé con otro beso. Hoy iba a ser el día de los besos cómo excusas.
-¿Te vienes a mi casa?- le pregunté a Zayn
-Si tu madre me deja entrar, por supuesto.
-Pues claro que te va a dejar entrar tonto. Le caes muy bien.
-Eso es porque no sabe que entro en tu habitación a escondidas.
Nos montamos en el coche. Y Zayn puso la radio. Cambió de cadena unas cuantas veces, hasta que escuché una melodía conocida y aparté la mano de Zayn de la radio.
Zayn me miró extrañado. Pero la expresión le cambió cuando vio que una lágrima recorría mi mejilla.
Paró el coche en la acera de una calle y me abrazó con fuerza. Pareció entender que significado tiene esa canción para mí.
La canción era "Freedom" de George Michael. Mi padre solía escuchar esta canción. Desde que me mudé aquí no la había vuelto a escuchar.
-¿Estás mejor ángel?- preguntó Zayn, con delicadeza, como si tuviera miedo a herirme.
-Sí, ya está, no pasa nada.- dije secándome las lágrimas.
Cambió la cadena de música y se empezó a escuchar "Domino" de Jessie J. Esa canción siempre me subía el ánimo. Zayn debió de verme mejor cara, porque subió el volumen de la radio.
Sonreí ante ese gesto.
-Muchas gracias.- le dije a Zayn.
-¿Por qué?- preguntó él.
-Por mostrarme apoyo cuando lo necesitaba.
Volvió a sonreír de esa manera que solo lo hacía él, y eso me ayudó a sentirme aún mejor.
Llegamos a mi casa y mi madre no estaba. Seguramente seguiría buscando trabajo. Por lo visto había venido a comer y se había vuelto a ir.
Subimos a mi habitación. Y nos sentamos en mi cama. Nos empezamos a besar apasionadamente, caímos sobre la cama y empezamos a girar abrazados haciendo el tonto. Cuando noté algo raro debajo de mi espalda. Me quité de encima de la cama. Y pude ver un papelito.
-Qué raro, mi madre suele dejar las notas en la cocina.
La cogí y me quedé paralizada al leer:
"La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno"
ESTÁS LEYENDO
No estoy ciego pero todo lo que veo eres tú. T2. -CANCELADA.-
Tiểu Thuyết Chung¿Qué pasaría si las amenazas vuelven? Si te reencuentras con viejos amigos que quieren ser algo más. Si tu vida corre peligro por una venganza. Cuando creías que todo iba a ir bien el mundo se te viene abajo.