Un día para acabar las clases.

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Llegamos a casa y mamá ya había hecho la comida, sus maravillosos spaguetti se podían oler nada más entrar por la puerta. Dios, que hambre tenia.

-¿Mamá? - grité mientras me dirigía a la cocina. Deje la mochila en la encimera y fui a echar un vistazo a los spaguetti. Madre mía, que pinta.

-Al, ¿Dónde está mamá? - preguntó Charly.

-No tengo ni idea, cariño. Supongo que habrá ido a hacer a algún recado, seguro que esta al llegar. Anda, ves a lavarte las manos, ¡Que hoy nos vamos a pegar una buena comilona!  -Le dije mientras le apretaba el moflete. Me sonrió y fue a hacer lo que le había dicho.

       Yo me puse a poner la mesa para dos, supuse que mi madre ya había comido, y papá comería en el trabajo como siempre.

-Ya estoy lista- Gritó Charly entrando corriendo por la puerta. -¿Dónde están los spaguetti?

       Solo hay una palabra par describir los spaguetti de mi madre: amor. Acabábamos de comer cuando entró mamá por la puerta.

    -Hey, ¿Qué tal el día? - Y se dirigió a darle un beso a mi hermana.

    -Podría haber ido mejor. Historia me fue genial, ¡como siempre! -dije mientras le daba un beso.

    - Genial, ¿Eh? Todos tus exámenes de historia siempre van genial, últimamente. Alessia, sabes que yo no soy una madre de esas que sueltan rollazos a sus hijas adolescentes por las notas, pero sabes que deberías centrate más. Con esto solo te digo que espero que no suspendas ninguna para verano. -Dijo mi madre algo decepcionada. Maldita sea, nada me sabía más mal que ver a mi madre decepcionada.

      -Tranquila mamá, no la suspenderé. -La miré intentando darle esperanzas, pero hasta yo misma sabía que la suspendería.-Bueno...Creo que me voy a dormir un poco... No. A dormir no. Hoy eso de dormir esta un poco lejos de mi alcance... Voy a ducharme y a cambiarme.

       -¿Lejos de tu alcance? -Preguntó

 

        -Si... He quedado Kim esta tarde. Vienen sus primos desde muy lejos, no sé de dónde ha dicho, pero quiere que les llevemos a hacer turismo por ahí, por la gran ciudad que es Nueva York. Así que me ducharé, me arreglaré y caminaré hasta uno de los Starbucks de la 5a avenida. -Dije haciéndome la víctima.

    -...¿Quieres que te lleve?

 

     -¡Hombre! Eso ni se pregunta. Muchas gracias, te quiero -Le dije mientras le daba otro beso. Y salí corriendo hacia arriba. Entré a mi cuarto y dejé la mochila por ahí. Como necesitaba que acabasen ya las clases... Aunque solo quedaba un día. Un único día y sería libre hasta Septiembre.

       Miré la hora... Las 4:47 pm.

  

    -¡Joder! ¡No me da tiempo! -Grité mientras salí corriendo hacia el baño. Soy de esas que tardan una hora y pico en ducharse, de las que le gusta relajarse en la bañera... Pues bueno, no me daba tiempo, tendría que ser una ducha y de las rápidas.

     Cuando salí fui al armario a ver que encontraba por allí...  Eran las 5:30 pm. Y tenia que estar en el Starbucks a las 6:00. Bueno... Llegaría. Cogí unos shorts oscuros, una blusa blanca con florecitas rosas y unas sandalias blancas. Cogí un bolso pequeño marrón y cogí dinero de mis ahorros, ya que siempre le pedía a mi madre para todo.

      Salí de mi habitación y baje rápidamente las escaleras.

    -¿Mamá? Estoy lista, ¿Nos vamos?

    -¿Ya? Venga, vamos Charly. -Me  contestó desde el salón. Esta se quejó. No quería irse, normal, quién es el tonto que cambiaría una magnifica maratón de dibujos animados por ir a llevar a su hermana mayor con sus amigos, para que se vaya por ahí sin su hermana pequeña. Nadie.

      -Venga Charly, tengo que irme, me están esperando. -Le dije

      -No quiero irme, iros vosotras, yo ya soy mayor. -Contestó enfadada, cruzando los brazos.

    Me acerqué a ella y le acaricié el pelo, poniéndoselo detrás de la oreja.

 

     -Mira, hacemos un trato. Si tu me acompañas ahora, te prometo que te traeré algo de dónde vaya.

    

      -No es suficiente. -Dijo girando la cara. Mi madre rió.

    -Está bien... Y esta noche veremos una película de dibujos tu y yo juntas, ¿Vale?

      -¡Acepto! -Dijo levantándose del sofá.

     Ponían Life of the party, de Shawn Mendes en la radio. Comencé a cantar como una loca, cosa de la que mi hermanita se quejó. Disminuí un poco el tono de voz, pero no dejé de cantar. Me encantaba ese chico. Su voz era amor. Y sin olvidar como era él... Que estaba para el delito. Me paré a pensar que era raro que me gustase la música así, ya que a mi me gustaba el rock, ya sabes, Guns n Roses, Nirvana, Green Day... Mi móvil estaba repleto de ello, y no me avergonzaba, cada uno és cómo és.

      Seguí cantando hasta que acabó la canción y miré la hora. Las 5:52 pm. Quedaba poco para llegar así que me sentí aliviada, pero justo cuando todo iba bien... ¡Zas! Atasco. No. No, no, no, y no. Odiaba los atascos más que ninguna cosa de Nueva York. Mi ciudad era perfecta, excepto por estos pequeños detalles que te arruinan los planes: Los atascos. Supliqué no llegar tarde, pero sabía que lo haría.

     -¡Toca el pito, mamá! ¡Que se aparten estos inútiles! -Grité enfadada.

     -Cariño, es una tontería, estaremos aquí un rato. -Dijo intentando calmarme. No funcionó.

     -¡Ni de broma! No me he perdido mi preciada siesta para ahora llegar tarde por un atasco. Le di un beso a mi madre,  y me giré a despedirme de Charly.

      -Hasta luego pequeña, ¡No empieces a ver la película sin mi, eh! -Dije refiriéndome a mi hermana. -Me voy andando, tampoco queda mucho, y llegaré antes que si espero aquí. Nos vemos luego. -Le dije a mi madre.

     -Llámame cuando quieras que venga a por ti... Y que no sea muy tarde, a cenar en casa. -Me dijo. Asentí con la cabeza y salí del coche. Corrí por medio de muchos otros coches de personas que tampoco deseaban estar allí. Llegué a la cera y continué caminando, no quería llegar al Starbucks oliendo a sobaco, hacia demasiada calor y me acababa de duchar.

    No tardé mucho en llegar, unos 20 minutos. Mire la hora, las 6:16 pm. Tampoco estaba tan mal. Solo llegaba un cuarto de hora tarde.

     

   Entré al Starbucks, y me dirigí a la barra. Pedí un capuccino con extra de nata y me giré a ver si veía a Kim. No la vi, así que la llamé.

      -Alex, ¿Dónde estás? Llevamos ya aquí un rato esperándote.

    

      -Lo siento, he pillado un atasco pero ya estoy aquí, ¿Dónde estáis?

      -Oh, en el piso de arriba, sube.

  Miré al dependiente, que me sonreía. Le devolví la sonrisa y cogí mi capuccino. Tenía algo de vergüenza, pero la dejé a un lado y subí.

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¡Hola! Bueno, antes de todo, pedir disculpas por subir tan tarde, pero es que al no ver ningún comentario ni voto, pensé que nadie la seguía, así que decidí no subir más. Pero hoy he visto un comentario que pedía que la siguiera, y bueno, lo he hecho. ¡Gracias! Bueno, el capítulo es un tanto corto, pero es que estoy de exámenes y no lo he podido hacer más largo. Espero que os guste, y si tenéis alguna amiga, recomendadselo! Cualquier pregunta o aportación aquí ⇨ mioclaudia99@gmail.con
Gracias por leer

Claudia.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2015 ⏰

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