Tu promesa y mi Pasión (amigas por siempre)

Capitulo 04

04:

-¿Odiarías coger conmigo?- lo dije sin apartar la mirada , podía sentir el torso de su cuerpo a través de mi ropa , esos brazos que tanto había deseado se encontraban bajo las yemas de mis dedos , Eiri sostenía su mirada con la mía , imagine que vería odio o repudio en su mirar , sin embargo sus gestos reflejaban curiosidad hacia mi pregunta

-¡No es cuestión de odiarlo o no!-replico Eiri apartando la mirada de la mía.

-¡Estoy casado con Emma y esa debería ser razón suficiente!-

puso sus manos sobre mi cintura mientras que elegía las palabras que saldrían de su boca a continuación , el rechazarme de esa forma no hacía más que adentrarme en la excitación del momento y la adrenalina de Emma dormida sobre la mesa , abrí mis piernas dejando mi entrepierna sobre su pierna derecha , aun con el pantalón puesto , podría deducir que Eiri , sentía mi pantimedia mojada, no podía evitar rozarme con la tela de su pantalón exaltando mi respiración junto a la suya , sincronizándose con el movimiento...

-...razón suficiente para... no...-

Sin dar paso a dudas comenzamos a besarnos apasionadamente, aquellos besos que únicamente tomaban lugar en mis sueños más ardientes, siempre lo había deseado, quería que él lo supiera , que mi cuerpo se aferraba al suyo , desesperado por mantenerlo mientras la adrenalina se saliera de nuestras venas , tomando con sus manos mis muslos me llevo a la sala , la cual se encontraba frente a Emma , podía notar que la adrenalina se apoderaba de su cuerpo, ese era nuestro momento , baje de sus brazos y lo empuje hacia el sofá , me senté frente a él , levante de a poco mi falda , para que el pudiera observar físicamente la excitación que provocaba , Eiri con un gesto de asombro acerco su mano hacia mi pantimedia mojada deslizando con su dedo índice de mi ano hacia arriba , sentía como un escalofrió recorría mi cuerpo , volvió su mirada a la mía y me aferro a su cuerpo besándome mientras de a poco lo desnudaba para la ocasión , quite su chaqueta mientras acariciaba mis senos a discreción , sentía como su endurecido miembro buscaba con desesperación aquella cavidad única que clamaba su llegada , quería seguir frotando mi vulva sobre su pene , pero sabía que no resistiría más hasta tenerlo dentro.

Comencé a besar su cuello mientras sus manos se deslizaban hacia mi cabeza, tomando con sus dedos mis mechones, comencé a besar sus pezones y su abdomen, aquel torso que siempre miré a lo lejos, ahora se encontraba frente a mí.