Eros

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Eros Warcker

Era obvio que me conocía, por lo que me conto Clío yo nací aquí.

Este señor que físicamente no pasa los 30 años, tiene una buena altura, me debe pasar por 5cm, tiene el cabello plateado y rapado a los costados eso le sentaba muy bien a su rostro, el físico le favorecía bastante, los brazos fornidos y abdominales bien marcados, se notaba porque su remera le quedaba pegada al cuerpo

Sabes que lo estas mirando raro ¿no?-cambie la cara rápida mente

¿Qué te dije de hablar?

Pero tenía que advertirte

No lo necesitaba

Pero me necesitas a mi jeje

No, tampoco te necesito Siggi

Ya te dije que no me digas así

Pero a mí me gusta y te queda muy bien

Y a ti te queda bien esa falda de tu amiga Mari

Me cansaste. La baca lola, la baca lola, tienen cabeza y tiene cola

¿POR QUE ERES ASI CONMIGO? SABES QUE ESCUCHAR ESO ME HACE MAL

Pues cállate

Te está hablando el señor

-¿Eros estas bien?-indago el desconocido

-si claro, lo estoy-hice un gesto restándole importancia al asunto-¿usted es?-pregunte ya que realmente si lo dijo no lo escuche

Me miro a los ojos y pude notar su color, era un gris con un tono violeta-soy Nicolás Spelman, la cabeza del pueblo-me dio una sonrisa de boca cerrada

-un gusto Nicolás-exprese extendiendo mi mano

El la tomo manteniendo su sonrisa-ven te quiero presentar a alguien-me guio con la mano

Es un lindo lugar, justo como a mí me gusta

No es lindo ver gente desgarrada en el piso Siggi

Pero no pensabas eso cuando los viste a tus papis, es más lo disfrutaste

Dijimos que ya no íbamos a hablar de eso.

Ya lo sé pero es irónico

-¿te gusta el lugar?-interrumpió mis pensamientos Clío. Mierda me había olvidado que estaba con nosotros

-es diferente...-me limite a decir

Y sí que era diferente, había cabezas arriba de las puertas, palabras ilegibles para mí, escritas con sangre, las casas eran grandes, de antaño. Todos tenían tatuados símbolos en negro que nunca había visto.

Yo no encajaba.

-llegamos-aviso Nicolás

Estábamos parados al frente de una casa de dos pisos, muy rustica pero no le faltaban los detalles macabros antes mencionados

Dimos unos pasos hasta llegar a la puerta y Clío toco tres veces, salió un señor de pelo castaño alborotado, barba descuidada y con una expresión cansada. Tenía puesto unos Jeans azul gastado y una remera blanca con el logo de Dalzas

Nicolás le extendió la mano al que se mantenía apoyado en la puerta-hola Franco ¿cómo estás?

-hola Nick-le tomo la mano-¿qué te trae a mi casa?-me miro de arriba abajo y alzo la ceja izquierda

Nicolás me dio un pequeño empujón para que de un paso adelante-el es Eros-me miro nostálgico-ya era hora de traerlo

Al tal Franco se le iluminaron los ojos-¿Eros? ¿Es en serio?-pregunto con emoción-estas tan grande hijo

Espera ¿me dijo hijo?

¿No estarás sordo? hasta yo lo escuche

Man cállate

Lo mire confundido-¿hijo?

Clío me agarro del hombre para que la mirara, tenía que bajar la cabeza por su altura-él es tu padre, él le dejaba dinero a Adrián para todos tus gastos

-¿quieres hablar con él?-interrumpió Nicolás

Franco estaba expectante-si quiero-respondí sin dudar. Al fin y al cabo necesitaba respuestas

Me demostré frio como si no me importara haber conocido a mi padre biológico

Esto se va a poner muy bueno jajaja

Esto será raro

Para mi será divertido

Para ti todo es divertido.

Menos tus estúpidas canciones

DILE QUE BAILANDO TE CONOCIIII CUENTALEEEEE

ERES UN HIJO DE PERRA WARCKER

Me amas jaja

Solo te aprecio porque sin tu mente yo no vivo

-pasa Eros-Franco se hizo a un lado para que pueda pasar. Le dedique una mirada a Clío y entre

Ya dentro me señalo un sofá para que me sentara

-¿quieres tomar mate?-oh sí como amo el matee

-si claro-respondí frio

Me extendió un mate-¿cómo has estado?

¿Cómo te digo que asesine a los que me brindaron un techo y no me arrepiento?

-muy bien, nunca me falto nada-le di un sorbo y se lo devolví-¿y mi mamá?-inquirí seco

Está muerta.

Esta vez la voz de mi cabeza me dio miedo

Franco bajo la cabeza y se froto las manos-ella está muerta, Eros

-¿cómo murió?-solo eso pude preguntar

Se le formo una sonrisa que te perturbaba hasta el alma-yo la mate.