⚰🎃Especial Halloween🎃⚰

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Los raspones que me producen las ramas que chochan contra mi cuerpo ya no duelen, las gruesas gotas de la helada lluvia tampoco me afectan. Lo único que escucho es ese silbido que me perturba todas las noches pero ahora solo lo tengo a unos metros.

Está caminando tranquilo.

Necesito correr más rápido para que no me alcance

Parece estúpida la forma en la que me tropiezo con lo que creo es un mapache y ruedo a un lago.

Visualizo una cabaña apagada cruzando el agua. Rápidamente me dirijo hacia ella.

No pares, en este juego nunca tienes que parar. Son sus reglas; hazle un juego divertido y sufrirás menos. NO PARES.

Casi no se escucha el silbido, está lejos. Corre.

Esta helada, el agua esta helada.

Mejor me deshago de mi ropa, esta empapada.

Siento que algo me jala desde abajo del lago. Pánico, nada, nada rápido.

El desgarre de mi piel bajo el agua helada no dolió tanto, pero siento como estoy perdiendo grandes cantidades de sangre.

Logro salir, estoy a metros de la entrada de la cabaña. Mi pierna destrozada ya no siento pero tengo que moverme rápido sino quiero que me atrape él.

El silbido de nuevo. Está muy cerca, cruzando el lago seguramente. No puedo voltear, si lo miro un disparo es lo que terminaría todo. Mientras no me de vuelta viviré

Me encamino a la puerta arrastrando mi pierna lo más rápido que puedo. Seguro está deshabitada, está lleno de telarañas y maderas rotas la entrada.

Toco la puerta rápidamente para asegurarme. Como me imagine, no hay nadie.

Me adentro y ágilmente trabo la puerta con una silla.

Es como si la hubiesen abandonado de la nada. Todo está en su lugar con una leve capa de polvo y telarañas, hasta un desayuno, el café y las tostadas servidas sin tocar hace semanas

Camine a rastras llenando de sangre todo a mi paso. Necesitaba esconderme.

Llegue a una gran puerta, forcejee pero estaba con traba, encontré un fierro y le di a la puerta con la poca fuerza que tenía y logre abrirla.

Sangre. Mucha sangre. Una mujer con un hermoso vestido blando yacía en el suelo con cortes por todo su cuerpo, de su cuello a su abdomen estaba abierta y vacía; solo estaba su corazón a un paso de la descomposición.

Me acerque a ella para observarla mejor; su blanca piel y rubio cabello estaban manchados de su sangre. Sus ojos azules estaban abiertos pero sin brillo alguno, sus pálidos labios estaban en una curva formando una sonrisa.

Pude notar un brillo peculiar en el único órgano que hacia acto de presencia en su abandonado cuerpo

Me atreví a sacar el objeto que provocaba aquel brillo que llamo mi atención. Una llave. Una puta llave.

Ya no podría esconderme, tendría que buscar y seguir pistas.

El golpe de la puerta principal me saco de mis pensamientos y me empecé a mover rápidamente buscando algún lugar para ocultarme de esa bestia.

...

Siento que pasaron horas desde que estoy escondida aquí. Está dando vuelvas por toda la casa pero no se esmera por encontrarme.

Me levanto sin hacer ruido aunque con mi pierna rota es difícil.

Escucho sus pasos. Tengo que correr.

Llego a una pequeña puerta con cerradura.

Ya no lo escucho.

Inserto la llave, la giro y se abre la puerta.

Un cuarto blanco, muy limpio, como si lo asearan todos los días.

Entro y cierro con traba.

Me siento en la suave cama. Me hace recordar cuando era niña y llegaba la hora de dormir.

Un olor extraño llega a mis fosas nasales. Mis ojos me pesan, no, no puedo perder.

Lo vi entrar por la puerta y sentarse a mi lado

-n-no...

-shhh pequeña, feliz noche de Halloween.

Sentí un filo por mi cuello haciéndome ahogarme con mi espesa sangre.

-te amo Eros-pronuncie ahogándome

-Eros no te ama pequeña. Mi nombre es Zaiel.

No lo entendía pero me dispuse a cerrar mis ojos

Fue un lindo juego.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2020 ⏰

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