CAPITULO 7.
-___, despierta, por favor, rápido. –dijo Justin alterado.
-¿Qué pasa? -dije aturdía.
-Tenemos que irnos. Despierta. -dijo nervioso.
-¿A dónde? –dije tallando mis ojos.
-No lo sé. Levántate. -dijo levantando mi espalda, entregándome un jean y una sudadera, supongo que eran de él.
-Justin dime, ¿qué pasa? -dije suplicando.
-Están aquí. -dijo mirándome a los ojos.
-¿Quiénes?, ¿y Chaz? –pregunte.
-Él está bien. Apúrate, no tenemos mucho tiempo. -Justin volteo y me vestí rápidamente. Mi corazón latía a mil por hora. No sabía lo que estaba ocurriendo. Termine de cambiarme y Justin me ayudo a salir por la ventana. Entramos a un auto. Justin se sentó al volante y yo en el asiento del acompañante.
Antes de que pudiera soltar palabra alguna, Chaz llego corriendo.
-Justin, quiero que lleves a ___ a un descampado. Un lugar donde no haya nadie. -Justin asintió. -Si es necesario, duerman en el auto. Atrás hay un bolso, tiene todo lo que necesitan para dos días. Nos veremos el lunes. Cuídense. –dijo apurado.
-Chaz. Dime que pasa, Justin no quiere decirme. -dije llorando.
-Él te contara. Pero cuando estés a salvo. Tengo que irme.
-¿Que pasara contigo?
-Voy a estar bien hermosa, no te preocupes. Adiós. -dijo volteando velozmente, ya no podía verlo, había entrado a la casa. El motor del auto se hizo escuchar. Justin arranco lo más rápido que pudo, y salimos de la estancia. No sabía a donde nos dirigíamos.
Desperté en el asiento del auto que estaba estacionado. Sentía lágrimas secas en mi rostro. Voltee y Justin estaba mirándome.
-¿Qué hora es? -pregunte adormilada.
-Las dos y media de la madrugada. -dijo Justin estirándose.
-¿Dónde estamos?
-En una ruta. Aquí nadie nos encontrara, por ahora...
-¿No duermes? -dije sollozando.
-No.
-¿Por qué?
-Tengo que cuidarte, no puedo dormir.
Se produjo un silencio. Mire por la ventanilla hacia la nada, estaba oscuro. Lagrimas atacaron mi rostro. Era inevitable no llorar. Estaba frustrada, cansada y deprimida.
-No llores ___. -dijo volteando nuevamente para verme. Me dedique a ver hacia la ventana.
-No puedo más. -dije llorando con más fuerza. No quería que me vea así. Pero las ganas de llorar, eran muchas. Rápidamente sentí unas manos en mi cintura. Justin me atrajo hacia él y me recostó en su pecho. Me envolvió con sus fuertes brazos.
-Todo va a estar bien, por favor no llores ___.
-No puedo, necesito a mi papa. Necesito volver a estar en casa. -dije llorando aún más.
-____, escúchame. -dijo sosteniendo mi rostro para que lo mire a los ojos. Aún estaba en sus brazos, sentada sobre su regazo, llorando. -Chaz está bien. Se fue a una casa a dejar ropa tuya, con tu olor. Ellos están armados, tienen hasta lo que no te imaginas. Son capases de traer perros para poder encontrarte, por eso estas usando mi ropa. -asentí escuchando cada palabra que decía.-Si los perros quieren encontrarte irán hacia la dirección equivocada. Aquí, conmigo, estas bien. No te pasara nada. Y si algo sale mal, yo estaré aquí. Cuidándote, porque eso es lo que debo hacer. ¿Entiendes?, no tienes que sentirte insegura.
-No me siento así, pero no entiendo nada. ¿Por qué me quieren?, ¿porque tienen a mi padre?
-Eso no lo sabemos. Y aunque lo sepamos, no podríamos decirte. Solo tienes que confiar en que tu padre está vivo y eso es lo que importa.
-Gracias, por todo. Si no fuera por ustedes, no sé qué pasaría conmigo en este momento.
-No tienes que agradecer nada. -dijo quitando lágrimas de mis ojos. Recosté mi cabeza en su pecho, volviendo a la posición en la que estaba.
Nunca había notado lo dulce que Justin era. Su forma de hablar, de expresarse, parecía un chico tan cerrado, tan metido en lo suyo, y ahora me doy cuenta que es más de lo que yo esperaba, mucho más.
Comencé a temblar de frio. Solo tenía puesta una sudadera, estábamos en el medio de la nada, y el frio golpeaba las ventanas del auto. Justin lo noto, me aparto de él y saco su mano hacia los ha cientos traseros del auto. Abrió el bolso que Chaz había indicado y saco una colcha. Volvió a colocarme en la misma posición y nos cubrió con la manta.
-¿Mejor? -susurro.
-Sí. -el calor del pecho de Justin me tranquilizo.
Paso una hora aproximadamente. No podía dormir, mi cabeza daba vueltas y vueltas. Subí la mirada para observar a Justin y note que me estaba mirando.
-Pensé que te habías dormido...
-No, yo pensé que tú estabas dormida. –dijo y ambos reímos.
-No puedo dormir. ¿Tú no tienes sueño? –pregunte.
-Un poco. Pero tengo que estar despierto. -dijo bostezando.
-Puedes dormir si quieres, estoy bien, enserio.
-Preferiría estar despierto, por si acaso. -dijo sonriendo. Una linda sonrisa. Nos quedamos en silencio por un minuto.
-Nunca me hablas.
-Estoy hablándote ahora. -dijo riendo.
-A lo que me refiero, es que siempre hablabas con Chaz, pero nunca conmigo. Hasta llegue a pensar que yo no te caía bien.
NARRA JUSTIN:
___ es una chica tan fuerte. Después de todo lo que le pasa, aún sigue en pie. No sé cómo lo hace, ella es especial.
No tuve más remedio que consolarla. Está muy dolida, lo mejor que podía hacer, es contarle lo que estaba haciendo Chaz, para que se quede más tranquila.
Estaba metido en mis pensamientos. Cuando ___ volteo a verme, aún seguía despierta.
-Si me caes bien, solo que no tuve la oportunidad de hablar contigo... lo siento si te hizo creer otra cosa. -dije sonrojado.
-Quiero llevarme bien contigo Justin, para hacer esto más fácil.
-Me parece bien. Y quiero que me digas si sientes que algo anda mal.
-Cuéntame de ti. –dijo inesperadamente.
-¿Qué quieres que te cuente? -pregunte sorprendido.
-Lo que quieras contarme. -rio.
-No hay mucho que decir, trabajo mucho, y cuando no tengo a nadie a quien cuidar, estoy con amigos de la escuela o con mi familia, no los veo mucho.
-Apuesto a que tú eras el típico chico que deja un orgasmo en cada chica cuando pasas. -su comentario provoco una carcajada de mi parte, y una sonrisa confundida se dibujó en su rostro.
-No es tan así. -dije cesando la risa.
-Apuesto a que estas lleno de amigas. -dijo sonriendo. ____ es tan divertida. ¿Cómo no pude notarlo?
-Solo amigas.
-Claro... -dijo sarcástica. -¿A dónde iremos hoy? -pregunto cambiando de tema.
-Pues, primero, cuando despertemos, porque tenemos que dormir, comeremos y luego iremos a Canadá.
-¿Canadá?, ¿Por qué a Canadá? –pregunte sorprendida.
-Iremos a mi casa, con mi familia, nos quedaremos allí un tiempo. Ellos nunca nos encontraran. -una sonrisa se formó en mi rostro. En verdad los quiero, y estaba ansioso por ver a mi familia, no los veía hace mucho tiempo.
-¿En tu casa? –asentí. -¿Y Chaz?
-El vendrá mañana.Basta de charla, tenemos que dormir, mañana no podremos despertar si no dormimos. -Nos acomodamos nuevamente, ___ se pegó más a mí, con su brazo derecho rodeo mi hombro izquierdo y coloco su cabeza en mi pecho, A los pocos segundos pude sentir su respiración calma. Se había dormido.
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ahi esta♥ espero que les guste y por favor VOTEEEEEN
@MaraRisso
