Una corazonada mantenía despierto a un fantasma en la fría penumbra de la noche. Siendo franco consigo mismo, nunca habría hecho caso a especulaciones en vida, pero ahora sabiendo que los fantasmas existían no le quedaba de otra.
La brisa sopló y movió la blanca sábana que llevaba sobre la cabeza. Un escalofrío le cambió los gestos, y hasta le paró el corazón.
¿Cómo demonios había sentido eso si estaba muerto?
¿Cómo sentía ganas de dormir, frío y dolor en el estómago?
Entonces se sintió más vivo que nunca, cuando un golpazo en el pecho y su cuerpo apagándose le recordaron lo demente que estaba al pensar que existía algo después de morir.
Después de eso no hubo nada más.
Oscuro y opaco, ni siquiera eso. Lo siguiente a la inexistencia, porque aquí no hay historias de terror ni fantasmas sin rumbo.
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❀𝕰𝖘𝖈𝖗𝖎𝖙𝖔𝖘.
PoetryTextos metafóricos, pensamientos fugaces y sentimientos encontrados. No edito nada, por lo que mi manera de escribir varía a medida que voy publicando. Según yo es para ver mi "progreso".