"¿Qué debo hacer?"
Aiz miro hacia Bell una vez durante un día. Bell estaba en sus ideas, sumido totalmente en si mismo. Tenía un rostro tan despreocupad; sin embargo, parecía estar tan enfocado en si mismo que no parecía ser bueno interrumpirlo.
Sorber~
Sorber~
"Aiz".
"Ya regresaste en ti?", pregunto ella al ver que Bell empezaba hablarle otra vez. Bell sonrio de repente al notar que había sido atrapado.
"Me preguntaba, ¿Por qué estas viniendo tan constantemente últimamente?".
"Porque Bell es fuerte, y es alguien del que puedo aprender".
"Oh.......... Pero, no hago nada más que mirarte o dormir mientras prácticas en el patio".
"Si; eso es básicamente lo único malo de venir aquí".
Bell suspiro mostrando sorpresa. El parecía ser el tipo que le daba sueño cuando empezaba a darse cuenta que no sabría como continuar una conversación.
"Bell!" – Aiz llamo el nombre y Bell abriendo los ojos hizo un gesto. –
"Hmph".
"No estas flojeando demasiado estos dias?".
Bell sonrió rascándose la cabeza.
"Acabamos de regresar de ese pueblo al que nos enviaron. No creo que tomarse un tiempo libre sea malo".
"Pero haz estado recostado ahí desde hace cuatro días".
Bell se rasco un ojo.
"Pero, aun me siento muy agotado".
"¿Como? Si lo único que hiciste fue mirar".
"Eso por eso. Los ojos se me han cansado". – Bell bostezo y se reclina contra sus brazos. – "¿No quieres flojear conmigo?".
"No. Por favor Bell tómatelo en serio".
"Oh.......... Bueno........... si haces ese tipo de expresión tan decepcionada........... creo que no me quedara de otra".
Bell se levanto, y luego se estiro. Al mismo tiempo el espacio a su alrededor oscureció. Aiz miro de lado a lado sorprendida de su nuevo entorno.
"Bell, ¿Qué esta sucediendo?", pregunto Aiz. Sin embargo a ver su rostro, la exprecion amable y despreocupada se había ido. En su lugar había una mirada seria y sus ojos brillaban bajo una presión escalofriante.