[AIZ 2: Parte 5]

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Finalmente, todo había acabado. Revis estaba acabada, y el dios que había iniciado con esto fue enviado de regreso al cielo.


Bell habia caido de rodillas cuando la batalla ceso. Aiz lo tomo de la mano para que él pudiera apoyarse en ella, y él la acepto.


"Gracias por venir en mi rescate", le dijo Bell a Aiz. Sonriéndole para el otro lado.


– Ella escucho en silencio por bastante tiempo antes de responderle. –


"Gracias por venir por mi también", le respondió con la mirada hacia abajo, pero con una sonrisa simple.


– Finn, Ottar y Allen se pusieron de pie. Los aventureros de la familia Freya se colocaron en un lado viendo como el grupo se recomponía, y ayudando a los hermanos Gulliver, que habían sido los mas afectados por el devastador golpe de Revis. –


"No la había visto sonreír tan sinceramente desde hace cuatro años". – Dijo Riveria, cuando Finn se coloco a un lado. –


"No sé qué hubiéramos hecho sin Bell", le respondió Finn sonriendo ampliamente. –


"¿Crees que esto ya a acabado Finn?".


"No lo se, pero espero que al menos estemos tranquilos una temporada". – Finn suspiro de cansancio. Riveria camino hacia adelante para acercarse a Aiz y Bell, mientras que Finn caminaba hacia la familia Freya, quienes ya estaban recompuestos. –


"¿Cómo te va, Ottar?".


"Finn...".


– Los miembros se voltearon para mirar a Finn. Tanto Allen como los hermanos Gulliver se mantuvieron en silencio, cuando Ottar empezó a hablar. –


"¿Ese chico es...?"


"Es sorprendente, ¿verdad?".


"Es el chico de la Familia Zeus, ¿No es verdad?".


"Así es". – Finn apago la mirada. –


"Entonces todo tiene sentido ahora".


"Tsk". – Allen se levantó, tomando a los hermanos Gulliver y diciendo que irían adelantándose. Finn les dijo que tuvieran cuidado ya que aún no sabían cómo irían las cosas de aquí hacia adelante, y sí aun había algún peligro. –


"..."


"Bell. ¿Cómo te encuentras?", le pregunto Riveria al estar junto a Aiz y Bell.


"Quiero una siesta. Definitivamente quiero una siesta".


– Riveria sonrió, al igual que Aiz mientras le frotaba el cabello esparcido en su rostro. –


"Volvamos a casa, Bell".


"Aiz, tiene razón. Tratemos tus heridas en la mansión". – Riveria le señalo a Aiz que ayudaran a poner de Pie a Bell para llevarlo hasta la superficie. –


"Gracias Aiz, Riveria.... san".


"No te preocupes, chico".


– "..."


– Llevo bastante tiempo, aunque al final del camino, para las familias que enfrentaron el desastre la luz de la tarde era tan reconfortante como el mejor premio. –


– Riveria y Aiz salieron con Bell entre sus hombros y Loki apareció delante con una expresión sorprendida. –


"Be-Be-Bell...? ¿Es-Estas bien? N-No T-te vas a morir.... ¿Verdad?".


"No te preocupes, aun no. No hasta darte una paliza por lo que hayas hecho en mi mansión".


"Kuuuuu.... Riveria, devuélvelo al dungeon. Son ordenes de tu diosa".


"Aah....". – La expresión de Riveria fue sorprendida, aunque sabia que ella no hablaba enserio. –


– Sin embargo, Aiz no lo tomo como broma, saco su espada y la clavo delante. –


"Aaaaaaaah", Grito Loki al ver la hoja delante. Ella vio el rostro serio de Aiz y se asustó al punto de retroceder. –


"Bell sufrió mucho. No puedo permitir eso. No que lo dañes más".


"Espera Aizu-san", Loki trato de relajarla, sin lograrlo.


"Ella no habla encerio Aiz. Estoy seguro que nunca haría algo así".


"¿En verdad?", Aiz se giro hacia Bell.


"Con lo mucho que lo quiere", Interrumpió Finn apareciendo detrás de las Riveria. – "Estoy seguro de que Loki jamás mandaría algo contra Bell".


"Te equivocas. Podría dejarlo sin cena, aunque ahora que pienso... el vivo por separado.... Así que no funcionaría.... Jeje..... Diablos".


– Todos se rieron de la falta de ánimos de Loki. –


– Poco después todos fueron a sus hogares. La familia Loki al castillo, la mansión Crepusculo, a pedido de Finn, Riveria, Gareth y Aiz, quienes no querían que el estuviera desatendido. –


– Por supuesto Bell les recordó que tenia toneladas de dinero con las que podría contratar un buen servicio de varias chicas para atenderlo. Sin embargo, al escuchar eso, Aiz se opuso rotundamente al igual que Riveria. –


– A bell no le quedo de otra que aceptar y mantenerse relajado mientras se recuperaba en la habitación que la familia le habia dado. – 


Libro 2: Historia de AizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora