11 Temporada

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11x01. Debo haberme perdido en el viento

Cuando tenía cinco años, mi madre me perdió en un parque. No recuerdo mucho, solo que estaba montando en el carrusel y cuando me di cuenta ella ya no estaba. No recuerdo cómo la encontré. No recuerdo cómo llegué a casa. Lo único que recuerdo es lo que pasó después. Ella me dijo que no me preocupara, me dijo que todo iría bien. Me dijo que tenía que jugar a estar callada, así que sabía que no tenía que hacer preguntas. Si no, quizás le habría dicho que había olvidado mi muñeca. Me encantaba esa muñeca. Me mató dejarla. ¿Es gracioso verdad? La forma en que funciona la memoria. Las cosas que no puedes recordar y las que nunca puedes olvidar.

Puede haber algo bonito en perderse. A veces, tenemos que perdernos para encontrarnos. Y a veces, nos volvemos a encontrar solo para perdernos otra vez. No puedes controlar siempre lo que va a quedar a la deriva. Y mientras estás parada en el porche, mirando la vida que estás a punto de dejar atrás... tienes que aceptar que se ha ido, se ha perdido, igual que tu. Todo lo que puedes hacer ahora es quedarte inmóvil, respirar, e intentar abrirte a donde sea que el viento te lleve.

11x02. Rompecabezas sin una pieza

Me encantan los rompecabezas desde que era una niña. Mi record en el crucigrama del viernes del New York Times es once minutos, de cuando tenía trece años. Sigo intentando superarlo. Vale, eso suena pretencioso. Solo digo que cuando empiezo con un rompecabezas, no puedo parar hasta que lo resuelvo. Creo que los rompecabezas son la razón por la que entré en Medicina. Lo son en gran parte: Recopilas toda la información disponible, analizas el problema, pones toda tu atención... y resuelves el rompecabezas. La gente es un rompecabezas más complicado. Nunca hay una respuesta correcta. Y nunca tienes toda la información.

La mayoría de rompecabezas se reducen a un último dato que falta. Ya sea la respuesta a un misterio médico, o a la pregunta de quién eres, dónde encajas... Todo se reduce a ese último dato. Por eso la última pieza del rompecabezas es tan satisfactoria de colocar. A no ser, claro, que la pieza no encaje bien. Eso puede hacerte desear no haber empezado nunca el rompecabezas.

11x03. Tienes que ser real

En una mesa de operaciones una persona está en su momento más vulnerable: Desnudo, expuesto. La piel no es una armadura dura. Es suave, fácil de romper.

A los cirujanos se les educa para ser invulnerables. Es muy difícil que nos expongamos, porque sabemos exactamente qué tan profundas pueden ser algunas lesiones. Pero la vulnerabilidad no es lo opuesto a la fortaleza. Es una parte necesaria. Tenemos que obligarnos a abrirnos, a exponernos, a ofrecer todo lo que tenemos y esperar que sea suficiente. Si no... Nunca tendremos éxito.

11x04. Solo mamá sabe

Así es como mi madre quería ser recordada. Mi recuerdo de ella es... un poco diferente. Estoy segura de que todos recuerdan su propia versión de ella. Versiones que ni yo reconocería. Es todo lo que queda de alguien cuando se ha ido. Pero eso es lo complicado... la memoria de nadie es perfecta o completa. Confundimos las cosas. Perdemos la noción del tiempo. Estamos en un lugar y en otro y todo se parece a un momento largo e irremediable. Es como mi madre solía decir: El carrusel nunca para de girar.

Dicen que podemos reprimir nuestros recuerdos. Me pregunto si solo los estamos manteniendo en algún lugar. Porque no importa lo dolorosos que sean, son nuestras posesiones más valiosas. Nos hicieron quienes somos.

11x05. Quebrantarme

Sangrado incontrolable, acidosis, frío, todos sabemos lo que significa esa combinación. La llamamos la triada de la muerte. El punto de no retorno. Es el momento en el quirófano en el que pasas al modo de control de daños: Paras, das un paso atrás, dejas el cuerpo descansar y miras si puedes encontrar una solución al caos que hay en el interior.

FRASES Y TEXTOS DE ANATOMIA DE GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora