𝐌𝐲 𝐑 ||ᴋɪʀɪᴅᴇᴋᴜ|| 𝗦𝗼𝗻𝗴𝗳𝗶𝗰

Dos

|Una chica de pelo trenzado allí antes que yo|

Estaba corriendo a clases, se le había hecho tarde por la escapada que se tuvo que dar de sus bullies personales y el hecho de que se hubiera levantado tarde, no ayudaba demasiado.

-Voy tarde, voy tarde, voy tar... -se vió interrumpido al chocar con alguien.

-Oh!, lo lamento-se disculpó la persona con la que había chocado mientras le ofrecía su mano-aquí, toma

La aceptó y se levantó, dirigió su mirada hacia la persona, se trataba de Eijiro, quien le estaba sonriendo de una forma muy tierna, sus mejillas se tornaron carmín ante esto.

-G-gracias-eso fue lo único que pudo articular.

-No hay de que-respondió.

[...]

Estaba en la azotea, esta vez, Katsuki había ido muy lejos.

"Si tanto quieres ser un héroe, tírate del techo del edificio y reza por que en tu siguiente vida consigas un don"

Las secas palabras del pelicenizo se clavaron en su pecho cuál daga.

Había considerado hacerlo, pero habría dejado sola a su madre, después de todo, en su apartamento sólo vivían él y ella, su padre había viajado a los Estados Unidos por trabajo.

Distinguió una silueta a lo lejos, se trataba de una chica, su hermoso pelo dorado estaba trenzado, sus ojos miraban hacía abajo, sin ninguna emoción.

Por un momento le recordó a él mismo, pero unas pisadas lo sacaron de sus pensamientos, la chica se estaba acercando paso por paso al borde de la azotea.

Estaba asustado,¿qué pensaba hacer esa chica?

-¡¡Hey, no lo hagas por favor!!-gritó pasando de él.

La chica se volteó sorprendida, Izuku se puso nervioso, gritó esas palabras sin pensar, aún así, no le importaba, había logrado obtener la atención de la chica.

Un silencio muy largo se hizo presente, ambos miraban a cualquier lugar, excepto a sus ojos, después de todo eso, decidió romper el silencio.

-¿P-por qué ibas a hacerlo? -preguntó.

La chica lo miró por un minuto que pareció durar horas.

-Realmente creí que él era el indicado... -se le quebró la voz-pero luego me dijo que estaba harto...

Otro silencio incómodo

-¡¡Por el amor de Dios!! ¿Es enserio? por una estúpida razón llegaste aquí!!-gritó en un arranque de furia-¡¿estás frustrada porque no puedes tener lo que quieres?!, ¡¡tienes suerte de que nadie te haya herido!!

La chica se le quedó viendo un largo rato hasta que decidió hablar.

-Me siento mejor, gracias por escucharme-dijo mientras le daba una sonrisa.

Después de que se fuera por las escaleras, Izuku rompió en llanto, no por tristeza, sino por alivio, salvó a esa chica de su muerte.

Nunca se le ocurrió la idea de que alguien lo estaba viendo todo.

|La chica de pelo trenzado luego desapareció|