Cuatro

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|Y así había alguien cada día|

Estaba subiendo a la azotea de nuevo, en el resto de esos días, se había encontrado con un montón de estudiantes que querían saltar, la mayoría de ellos eran bullies suyos, pero eso no le había impedido el salvarlos, ahora sólo iba a la azotea a revisar que nadie intentara algo más.

Esta vez no había nadie, eso lo hizo soltar un suspiro de alivio, la idea de saltar hacia su muerte cruzó por su cabeza; pero negó, no lo haría, tal vez las cosas mejoren en su vida, quien sabe.

Estaba bajando las escaleras y se encontró con Eijiro, éste lo saludó y después se fue, las clases fueron normales, las típicas burlas por ser el eslabón más bajo de la sociedad, uno que otro sermón de los dones y su importancia en el mundo y;
Bakugo.

A la hora del almuerzo, Izuku estaba comiendo solo, pero alguien se le acercó, se trataba de Eijiro, durante esos últimos días él y el chico se habían hecho muy unidos.

—¿Qué hay Midori-san?—le preguntó el azabache.

—Nada nuevo, kiri-kun—le respondió mientras comía su mochi.

Ante el apodo, el aludido se sonrojó levemente, ya se había acostumbrado a él, pero no podía evitar sonrojarse con la ternura del apodo.

Al principio, Eijiro estaba frustrado de que lo hubieran elegido a él como el estudiante de intercambio, pero todo cambió cuando conoció a Izuku, el peli-verde, de alguna forma había mejorado su estancia en esa secundaria.

Le había dado dulzura a ese lugar tan amargo

|Escuché sus relatos y los hice retractarse|

𝐌𝐲 𝐑 ||ᴋɪʀɪᴅᴇᴋᴜ|| 𝗦𝗼𝗻𝗴𝗳𝗶𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora