Capítulo II

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—Buenos días. —sonrió Lois al ver a Alfred abrir la puerta.

—Buenos días, señora Kent. Es un gusto verla nuevamente —respondió el mayordomo cortésmente—. Así que... ¿Estos son los pequeños Jóvenes? —se inclinó un poco para poder ver a Jon y Rachel que estaban a los lados de su madre.

–Claro que sí, él es Jon y ella es Rachel. Saluden niños. —habló su madre dulcemente dándole un leve apretón en las manos a cada niño.

—Hola. —saludó Rachel mientras uns tímida sonrisa aparecía en su rostro.

—¡Hola! —exclamó Jon muy feliz moviendo su mano con ánimo.

—Mucho gusto conocerlos, mi nombre es Alfredo Pennyworth —sonrió—. Pasen, el señor Kent está hablando con el amo Bruce. —dijo Alfred diciendo esto último para Lois.

La familia entró y Rachel se sorprendió al ver el tamaño de la mansión. Era verdaderamente espaciosa con muchas reliquias que probablemente valgan más que todos su órganos. Caminó curioseando todos los objetos, los cuales estaban perfectamente limpios.

—Son lindos, ¿No? —murmuró alguien a su lado, ella miró hacia la persona encontrándose con Damian.

Estaba con un traje elegante, le quedaba bien, pero se notaba su incomodidad por aquella vestimenta.

—Claro. —respondió ella simplemente dirigiendo su vista nuevamente a una estatua.

Caminó por toda la mansión, haciendo que su vestido de color morado se moviera con cada paso. Damian la seguía silenciosamente sin apartarle la mirada.

Ambos pequeños se sentaron en un antiguo y elegante sillón para observar las pinturas que colgaban en la pared. Jon vio como su amigo se sentaba al lado de su hermanita, por lo que interrumpió el momento ubicándose al medio de ambos.

—¿Qué hacen? —preguntó casualmente mirando al frente.

—Cabalgando un unicornio, imbécil —dijo Damian con sarcasmo mientras le dedicaba la peor mirada a Jon.

—¿Qué? ¿Dónde está el unicornio?
—preguntó inocentemente observando para todos lados.

—Eres muy estúpido para ser humano.
—murmuró Damian rodando los ojos enojado.

—Tú eres eso. —respondió Jon a la defensiva.

—Claro que no —Damian frunció el
ceño—, tú eres el que no entiende el sarcasmo.

—¿Qué? —preguntó Jon confundido.

—Sí que eres idiota Kent. —rodó los ojos Damian bajándose del sillón para buscar a Rachel, pero no la vio en el sillón.

—¡Pajarita! No sabía que venías a visitarme —se escuchó la voz de Jason a lo lejos.

—En realidad vine con mi mamá y Jon para buscar acompañar a papá.
—respondió Rachel dirigiendo una rápida mirada a las personas que estaban en la sala. Sus padres estaban en un sillón hablando seriamente con Bruce, Jon y Damian la observaban con una ceja alzada y Alfred se había perdido de su vista hace poco.

—Admítelo, quieres estar conmigo. No te culpo, soy muy atractivo. —Jason le guiñó el ojo coquetamente.

Rachel frunció el ceño levemente, pero hizo caso omiso a su comentario. Se dirigió a donde estaba su mamá y su papá. Tomó de su pantalón y lo tironeó para que su madre le prestará atención.

—Mamá, estoy aburrida. —dijo haciendo un adorable puchero.

—Oh, tranquila. Podemos ir al parque cuando termine de hablar unos asuntos. —sonrió tiernamente tomándola entre sus brazos.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2020 ⏰

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