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ＤＩＥＣＩＳＥＩＳ

Ji Yong no podía recordar la última vez que se había sentido así. Probablemente porque la respuesta  fue nunca. Nunca se había sentido de esa manera tan tranquilo, tan enamorado. Había tenido dos novios con una relación sería antes. Ambos eran buenos chicos, pero su relación era más por comodidad que por qué realmente se amarán. Le habían gustado. Incluso le había dicho al segundo que lo amaba, pero no era así. Nada en el mundo era así.

Se despertaba todas las mañanas y quería volar de la cama porque estaba muy feliz y, al mismo tiempo, quería quedarse en la cama para siempre porque allí estaba SeungHyun.

Por el momento, se encontraban aún en la cama los dos. SeungHyun estaba dormido, envuelto alrededor de él y frotándose el sueño adormecido. Tenía su cuerpo cálido pegado a lo largo de la espalda de Ji Yong, que obviamente era su forma favorita para dormir, ya que terminaban allí todas las mañanas, incluso si se hubieran quedado dormidos en una posición diferente.

Había sido rara esa noche después de la fiesta de vodka que Ji Yong no había ido. Ji Yong había fingido estar dormido, pero había escuchado a SeungHyun en la ducha durante mucho tiempo y lo había sentido alejarse. A la mañana siguiente, sin embargo, las cosas parecían volver a la normalidad. Y el día después de eso. Y el día después de eso. Ji Yong lo había pasado por una mala noche y lo había olvidado.

SeungHyun se sobresaltó cuando sonó la alarma del teléfono de Ji Yong, pero luego se calmó y volvió a dormirse.

Ji Yong trató de salir de debajo del brazo de SeungHyun para poder levantarse e ir a trabajar.

— ¿A dónde vas? —murmuró SeungHyun.

— Tengo que ir a trabajar. Es lunes.

Desafortunadamente se habían quedado levantados tarde la noche anterior. Habían hecho la aparición pública obligatoria en una fiesta de la industria, pero se fueron después de tomar algunas fotos y volver a casa para una noche de videojuegos y cerveza. Eran más de las dos cuando finalmente se metieron en la cama. La mañana fue un poco pesada en el mejor de los casos.

— Quédate aquí.

— No puedo. Me salté un día la semana pasada y el otro la semana anterior —. Ji Yong no estaba tan contento de ir a trabajar desde que habían regresado de Charleston. Se sentía como si el verano se estuviera terminando. Solo quedaban días antes de que SeungHyun tuviera que ir a Vancouver y él tuviera que volver a su vida habitual. Ji Yong se preguntó qué sería de él y SeungHyun. Quería mencionarlo, porque más que nada, no quería que terminaran. Sin embargo, él no era el que se iba a ir.

— Llamaré a Min-suk yo mismo. Diré que no puedes ir hasta la hora del almuerzo. Te quedaste hasta tarde conmigo anoche en ese evento, ¿verdad? Estabas haciendo tu trabajo. No deberías tener que ir a trabajar esta mañana también.

— Siéntete libre de tratar de convencer a Ji Yeon. —. Y buena suerte porque realmente no considera que los eventos funcionen, más como un cheque de pago con beneficios.

— Pssh. Llamaré directamente a Min-suk. Dame tu teléfono. — Ji Yong le entregó su teléfono con una carcajada indulgente.

— Por favor, no hagas que me despidan.

— No lo haré.

SeungHyun busco el número de Min-suk y presionó llamar. — Hola. Min-suk. No, soy SeungHyun. Escucha, escuché la alarma de Ji Yong en el pasillo, pero el pobre niño llego rendido. Se quedó en esa fiesta en la playa conmigo anoche durante mucho tiempo... sí. Lo sé. ¿Está bien si va esta tarde? ¿Mañana? Genial. — SeungHyun le guiñó un ojo.

Ji Yong enterró su cara en la almohada y comenzó a reírse. Trató de asegurarse de que no se escuchara su risa a través de la llamada.

SeungHyun se despidió de Min-suk y colgó el teléfono. — Puedes ir mañana — dijo.