ʙʀᴇᴀᴋ ᴜᴘ ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜʀ ɢɪʀʟғʀɪᴇɴᴅ

01

¡Hyung, tengo novia!

—Es un sueño, es un sueño. No, no es un sueño, ¡es una pesadilla!

Suspiró y se sentó en su cama, apoyó sus codos en sus muslos y hundió su rostro entre sus manos.
Llevaba tres días encerrado en su habitación para no ver al pequeño pelinegro.

No quería verle, no hasta que terminará con su novia. Hasta que volviera a sus brazos diciendo: ¡Hyung, ya no tengo novia!

Lo deseaba, lo anhelaba; pero él sabía que no pasaría en tan solo tres días. Tenía que esperar unas semanas.

Unos golpes en la puerta lo hicieron volver a la realidad.

—Minho, ¿estas bien? —preguntó con su voz preocupada.

No lo contestes, que sufra. Merece sufrir...

—Sí, Hannie. —contestó con dulzura y se golpeó tan fuerte que no pudo evitar no gritar.

Tenía que tratarlo frío no, con ternura.

— ¿Por qué acabas de gritar? ¿Te duele algo? ¿Te llevo al hospital?

Que se preocupara por él le daba una alegría gigantesca. Podría fingir estar enfermo todos los días si él lo cuidaba. Y lo malo es que así sería, Han lo cuidaría mejor que nadie sin negarse.

—Solo me golpeé, Hannie, tranquilo. —suspiró.

Camino hasta la puerta y la abrió, viendo así al joven con un rostro cargado de preocupación. Aquello calentó su pecho, algo dentro de Minho se movió.

—Estas pálido, Minho. ¿Seguro te sientes bien? —sus pequeñas manos fueron a su rostro, tocando su frente. Han no sabía lo que su toque provocaba en él, así que tomó sus manos y las quitó de su rostro.

Revolvió el cabello del menor, sonriendo.

Tengo el corazón roto por tu culpa, pero tu tranquilo, estoy bien.

—Estoy bien, no tienes que preocuparte tanto.

El rostro de Han no mostró mucha conformidad con aquella respuesta, pero sonrió un poco.

—Esta bien. Saldré, pero si te sientes mal, no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?

— ¿Donde irás? —no pudo evitar preguntarlo. Y si su respuesta era la que no quería escuchar, simplemente se haría el enfermo para que se quedara con él. Sí, bastante egoísta pero no dudaría en hacerlo solo para tenerlo junto a él.

—Iré a una convención de literatura. —respondió, encogiendo sus hombros.

— ¿Y a ti desde cuando te gusta la literatura? ¡Estas al borde del promedio rojo en esa materia!

Una risilla tímida salió de su boca y Minho ya sabía la respuesta, y estaba listo para ocupar su carta.

—Desde que salgo con Min J...

— ¡Au! ¡Ah, Hannie, dueleee! —gritó, dejándose caer al suelo.

¿Era acaso Lee Minho un buen actor? Se podría decir que era el mejor actor.  Y el rostro aterrado de Han Jisung podía confirmarlo.

— ¡Ah, Minho! ¿D-dónde te duele? ¿Que hago, que hago? —colocó sus manos desesperadas sobre su rostro y tomó aire—. ¡Llamaré a Min Ju para que me ayu...

— ¡NO! —el grito del mayor descolocó a ambos—. Digo, no hace falta, no la preocupes. Solo me acostaré y se me pasará. Ve, ve a tu... A tu cita. —di que no, di que no.

—No iré si tu estas mal, Hyung. —de dio media vuelta y sacó su teléfono para marcarle a su novia.

Minho quería sonreír en grande al ver que su actuación había válido la pena. Han se quedaría con él. Han Jisung se tenía que quedar con él.

Y haría todo lo posible para que así fuera.

AAAAAAAAAAAAA
PRIMER CAPÍTULO, ESPERO LES GUSTE:(