—E-Entonces ¿qué somos? —Amargas lágrimas recorrían las mejillas d yoe la peliverde—. ¡¿Solo somos un par de amigas que se besan?!
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—¡Amity, yo te amo! Eres lo mejor que le ha pasado a mi vida.
—¡No, suéltame!
Las dos forcejeaban, porque Luz insistía en tomarla de las manos para calmarla, cosa que no era la intención de la Amity.
— ¡Te odio! —gritó la peliverde a todo pulmón.
En medio del agarre y fuerzas que metía Amity para que la soltara, Luz no controlo bien la dirección de su mano derecha, que impactó en la mejilla izquierda de la peliverde en una sonora cachetada que asustó a la morena.
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—¡Crees que no es difícil para mí también! Dejarte a ti a Eda y los demás, ¡acaso eres estúpida!
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—Pero cuál fue el punto de enamorarte... si solo estás... de paso.
"Jueves", día 4 de lluvia.
Luz despertó asustada de un remezón a medianoche, por causa de un estruendoso rayo que cayó muy cerca de la casa. Tenía la mano derecha apretando fuertemente a su pecho, su fracturado corazón le iba a mil por hora. Su cuerpo sudaba frío y tenía los ojos levemente rojos e hinchados, producto del derramamiento de una cantidad abundante de amargas lágrimas desde hace ya un par de horas luego de una acalorada discusión con Amity; discusión que se ha reproducido incesantemente toda la noche en sus sueños... aunque sería correcto mejor decirlo, en sus pesadillas.
—¿Por qué...? —susurró con un leve sollozo adornando sus ojos, justo cuando pensó que ya no le quedaban lágrimas que derramar—. Enamorarme si solo estoy de paso... ¡Eres una idiota Noceda!
Luz hundió su rostro en la almohada para un chillido reprimido. La misma esponjosa almohada, ahora mojada con lágrimas y mucosidad, le recordó que la compartía con cierta peliverde.
—Un segundo...
Desvió su aturdida mirada hacia un lado, encontrándose con un bulto entre sus sábanas. Asustada lo destapa rápidamente, revelando el cuerpo de una dormida peliverde que tiritaba de frío
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Una semana atrapada con ella - Lumity TOH
Roman d'amourToda su vida, Amity se la pasó bajo las estrictas órdenes de sus poco amorosos padres. Si a eso le añadimos un tóxico ambiente escolar, sabremos un poco más del porqué se enamoró de la bonita, ingenua e idiota novedad humana: Luz Noceda. Las chicas...