~Stay Strong~ AR

•Capítulo Cuatro.

Caminamos por un muy lindo parque, Harry me hablaba a cerca de como conoció a Ricardo y que él era buena persona pero que no sabia que le sucedió esta vez, se había disculpado por él unas cuchucientas mil veces pero mi respuesta fue la misma para cada disculpa, "Él me lastimó, no soy una muñeca para que esten jugando conmigo" Le dije y Harry me dio un fuerte abrazo, no entendía al principio porque me sentía rara al hacerlo pero luego se me quitó el sentimiento, Harry es mi amigo y no cambiará en nada.

-Pués, si no puedo disculparme por lo que hizo Ricardo entonces lo siento, aunque podremos hacer algo al respecto- Ya me confundí.

-¿Algo al respecto? ¿A qué te refieres?- Digo y él sonrie sacando su telefono.

-Bueno, son las dos de la tarde- Caramba, que rápido. -Y... tengo hambre, y sé que tu también asi que, ¿que te parece si vamos a almorzar algo?- No sé que decir.

-No lo sé, creo que ya debería irme a casa aunque..- Se me prendió el foco, saco mi telefono y llamo a mamá.

-Hola, cariño ¿Cómo la estas pasando?, hoy es mi día de descanso y he cocinado algo muy rico, ¿vendrás a almorzar pronto?.

-Hola mamá, si justo te llamaba para esque tengo mucha hambre y queria preguntarte si.. ¿Un amigo puede almorzar con nosotros?- Los ojos de Harry se abren como platos y suelta una pequeña risa.

-Pero por supuesto corazón, me gustaría conocer a tu amigo, es más haré un postre para la cena, vengan pronto ¿Si? te quiero- 

-Claro mamá, también te quiero Adiós- Cuelgo el telefono.

-¿Jane que te sucede? NO ALMORZARE CONTIGO Y CON TU MADRE- Él dice en tono de risa y enojo.

-¿Por qué no? Me agradas mucho y me haz ayudado, además dijiste que tenías hambre y no dejaré que invites, bueno quizás otro día pero hoy invito yo- dije con la cabeza en alto y volteando mi camino hacia la casa, creo que era por aqui, Harry va atrás mio y por el sonido pueso decir que esta corriendo.

-Ok, esta bien, aceptare tu cita- Volteo la cara trescientos sesenta grados.

-No es una cita- Lo miro con crueldad. -Estará mi mamá también- Suavizo un poco mi mirada.

-Lo sé pero lo sería si tu mamá no estuviera ¿No crees?- Dice en un tono de burla. -Pero me agradará estar en la compañia de mi suegra- Él se ríe y le doy un golpe en el ante brazo.

-Ugh, cierra la boca- Ambos soltamos risas.

Todo el camino mientras llegabamos a casa él me contaba un poco sobre su niñez y como fue su vida, al parecer vive con sus papás, a los dos años lo tuvieron que internar por unos pequeños problemas según él, nada grave, siempre tuvo buena educación y muy buenos amigos, entre ellos el mejor que era Ricardo, siempre lo ayudaba y aconsejaba en lo que podía, era algo mujeriego confesó pero siempre fue presumido y humilde para conquistar chicas ingenuas como yo digo en mi interior. Después le hable yo sobre mi niñez y como fue todo, le conte sobre mi mudanza, antes vivia en un lugar en el cual todos eran amigos de todos y te sentias muy bien ahi, pero ahora es todo diferente.