𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒊𝒎𝒃é𝒄𝒊𝒍 𝑴𝒂𝒕í𝒂𝒔 - 𝑳𝒊𝒕𝒄𝒌𝒐 [EDITANDO]

Eso era lo que querías, ¿no?

Mauro iba perdiendo la esperanza de poder estar con Matías.

Cada día que pasaba sin que sus sentimientos fueran correspondidos, lo sumía en una profunda tristeza. Sin embargo, en el fondo de su corazón, aún sentía la esperanza, esa pequeña llama que se negaba a extinguirse por completo.

Mientras tanto, Matías, ajeno a la tormenta emocional que Mauro estaba experimentando, comenzaba a sentir algo más por él. Matías se sorprendía a sí mismo pensando en Mauro cuando no estaban juntos, y la idea de compartir más tiempo con él empezaba a tomar forma en su mente.

Matías se sentía extraño, de cierta forma extrañaba la atención de Mauro, extrañaba tenerlo tras de él, sentía celos al ver a Mauro con Joaquín.Sabía que lo estaba perdiendo y sabía que era su culpa por tratarlo mal.

- Eso era lo que querías, ¿no? -la pregunta de Ivo lo tomo por sorpresa

- ¿A qué te refieres?

- Siempre estabas alejándolo y diciéndole que desapareciera de tu vida ¿por qué ahora que lo está haciendo no quieres que se vaya?

- Ándate a la mierda, no te debo explicaciones de nada

- Matías, está claro que algo pasa contigo y Mauro no se merece esto ¿Por qué te comportas así?

- Creo que me gusta

 Mauro comenzó a notar la forma en que Joaquín lo miraba. Sus palabras eran amables, pero comenzó a captar una profundidad en la mirada de Joaquín que no había percibido antes. Hubo un momento fugaz en el que sus ojos se encontraron, y en ese instante, Mauro sintió que algo había cambiado, aunque no podía definir exactamente qué era. Joaquín se volvió más perceptible en sus acciones. Siempre estaba allí para Mauro, ofreciéndole apoyo emocional y siendo un hombro en el que Mauro podía apoyarse. Comenzaron a compartir más momentos a solas, y Mauro empezó a notar la calidez y la atención extra que Joaquín le dedicaba.

Fue en un día particularmente difícil, después de otro desencuentro con Matías, que Mauro se encontró a sí mismo buscando la compañía de Joaquín de manera más consciente. Joaquín, siempre comprensivo, escuchó atentamente mientras Mauro desahogaba sus frustraciones y preocupaciones. En ese momento, Mauro se percató de la profunda conexión que había entre ellos y la paz que encontraba en la compañía de Joaquín.