Yo sé que para volver ya es tarde

433 50 4
                                    

3 años después

Matías:

No me buscaste

No te culpo

No creo que después de todo lo que te hice me siguieras amando

Yo aún lo hago

Pero me gusta fingir que no

Creo que me acostumbré a tenerte

Tú te vez muy feliz con Joaquín, pensé que seguías con Damián

Tengo ganas de ir a buscarte y ganarme tu amor de nuevo

Yo sé que para volver ya es tarde
Y nuestro plan nunca fue quedarse
No sé si habrá una segunda parte

Extraño todo lo que fue tenerte
Haría todo por volver a verte
Mirar tus ojos' y esta vez perderme

Matías pasaba sus días sumido en un mar de arrepentimientos y recuerdos que lo atormentaban. El eco de sus errores resonaba en su mente constantemente. La sombra de la culpa lo envolvía, pero también crecía en él un anhelo profundo de enmendar sus errores. Cada noche, Matías se sumergía en un mar de pensamientos, recordando cómo, con sus acciones impulsivas, había alejado a la persona que amaba.

Aquella frase no dicha, aquel gesto no realizado, parecían martillar en su conciencia, recordándole lo que había perdido.

Mauro aún recordaba a Matías.

¿Lo amaba?

Claro que lo hacía.

Nunca dejó de hacerlo, pero su orgullo fue más grande que su amor hacia Matías. Las noches se volvían largas y solitarias para Mauro, quien se preguntaba constantemente si había tomado la decisión correcta al dejar que el orgullo dictara sus acciones. El tiempo pasaba, y la distancia entre ambos aumentaba. Mauro, atormentado por el arrepentimiento, finalmente decidió dejar a un lado su orgullo. Quería ir a buscar a Matías, hablar con él y aclarar las cosas. Sentía que debía arriesgarse por el amor que aún latía en su corazón.

El destino pareció intervenir cuando, de manera fortuita, Mauro y Matías se encontraron. La tensión en el aire era palpable, pero ambos compartían la misma mirada de anhelo y remordimiento. Fue en ese instante, entre miradas que hablaban más que mil palabras

- No puedo dejar de pensar en lo que pudimos ser, aunque cometimos errores, sé que aún podemos comenzar de nuevo -sinceridad en sus ojos reflejando una mezcla de emociones.

Matías, sorprendido por la aparición de Mauro, no pudo evitar sentir un nudo en la garganta. Su presencia revivía los recuerdos que había intentado enterrar.

- Mauro, yo... también he pensado mucho en nosotros. En lo que no fuimos y en lo que perdimos -respondió, luchando por contener la emoción que amenazaba con desbordarse.

Ambos decidieron caminar juntos, buscando un lugar más tranquilo para conversar. Las calles empedradas se convirtieron en testigos de la conversación que marcaría un nuevo capítulo en sus vidas.

- Reconozco mis errores, Mauro. No debería haber dejado que mi miedo al qué dirán me convirtiera en lo que me hizo dañarte. Te amo, y no puedo seguir viviendo con la idea de que perdí la oportunidad de estar a tu lado", confesó, su voz temblando ligeramente.

Mauro, mirando fijamente a Matías, dejó escapar un suspiro.

- Yo también te amo, Matías. Aunque las cosas hayan cambiado, siento que aún hay una conexión entre nosotros. Pero no sé si puedo olvidar todo lo que paso 

La noche les brindó una oportunidad para sanar heridas y entender que el amor a veces necesita una segunda oportunidad.Con el amanecer, Matías y Mauro se despidieron, pero esta vez no fue un adiós.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 05, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒊𝒎𝒃é𝒄𝒊𝒍 𝑴𝒂𝒕í𝒂𝒔 - 𝑳𝒊𝒕𝒄𝒌𝒐 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora