¿Qué mierda te pasa?

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Lo vio besarse con Damián

¿Le dolió?

Claro que le dolió

Con determinación, Matías se dirigió hacia el lugar donde solían reunirse, siguiendo la estela de su propia tormenta emocional. Al llegar, encontró a Damián, quien estaba despreocupadamente charlando con algunos amigos. La visión de Damián provocó una oleada de ira en Matías, quien se acercó con paso firme y decidido.

—¡Damián! —exclamó, su voz temblando por la intensidad de sus emociones.

Damián levantó la mirada, sorprendido al ver a Matías en ese estado. Antes de que pudiera decir algo, Matías, impulsado por la furia y el dolor acumulados, descargó un puñetazo directo en el rostro de Damián. El sonido del golpe resonó en el aire, atrayendo la atención de quienes estaban alrededor.

— ¡Mira, gil! ¡Te la buscas por besarte con Mauro! —gritó Matías, con los puños aún apretados.

Damián, aturdido por el golpe, se llevó la mano a la mejilla, mirando a Matías con incredulidad. Las palabras se atascaron en su garganta, sin encontrar una respuesta adecuada ante la inesperada agresión. Mientras tanto, la escena atrajo la atención de Mauro. Al ver la confrontación, se apresuró a intervenir, tratando de calmar la situación.

—¡Matías, espera! —gritó Mauro, corriendo hacia ellos.

Pero Matías, en ese momento, estaba tan inmerso en su propia mezcla de emociones que no parecía dispuesto a detenerse. La confrontación apenas comenzaba. La escena se volvía cada vez más tensa mientras Mauro intentaba separar a Matías de Damián. Sin embargo, la furia de Matías no cedía, y su mirada desafiante estaba fija en Damián, quien, recuperándose del golpe, intentaba comprender la magnitud de la situación.

—¡No te atrevas a acercarte a Mauro de nuevo, imbécil! —gritó Matías.

Mauro, sintiéndose atrapado en medio de la confrontación, intentó mediar entre ambos, tratando de calmar los ánimos.

—¡Matías, por favor, cálmate! —imploró Mauro, sujetando el brazo de Matías— ¿Qué mierda te pasa?

Damián, recuperando su compostura, finalmente habló, aunque con un tono más sereno de lo que Matías esperaba.

—No sabía qué te iba a doler tanto

Matías, respirando con dificultad debido a la mezcla de emociones, se soltó del agarre de Mauro y miró fijamente a Damián. La tensión en el aire era palpable, y todos los presentes aguantaban la respiración, esperando la reacción de Matías.

— Aléjate de Mauro —advirtió Matías

𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒊𝒎𝒃é𝒄𝒊𝒍 𝑴𝒂𝒕í𝒂𝒔 - 𝑳𝒊𝒕𝒄𝒌𝒐 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora