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[Capítulo. 52]•

Hwasa: Aquí tienes *Me da una taza de chocolate caliente luego de poner una toalla y varias sábanas sobre mi cuando me senté en la sala*

T/n: Gracias Hwasa *Sonreí leve* estás sola?

Hwasa: Si, mi padre salió de viaje, creo regresará pronto, y mi madre salió a cenar con la familia *Sonrió sin mostrar los dientes*

T/n: Ya veo....

Hwasa: T/n...que pasó? Quieres hablar de lo que te está pasando?

T/n: No! *Respondí inmediatamente y ella se asusto un poco* No...ahora *Agache un poco la cabeza*

Hwasa: Bien *Sonrió amable y después con una sonrisa triste* deberías ducharte, te vas a enfermar.

T/n: Okey... *Susurre y me puse de pie dejando ya acabado mi chocolate en la mesa*

Hwasa: Ven, te ducharás en mi habitación *Sonríe y toma mi mano guíandome hasta su cuarto* te prestaré ropa y dormirás conmigo. *Sonríe*

Generalmente cuando vengo a casa de Hwasa suelo divertirme, hablamos, o aveces hasta hacemos bromas pesadas sobre nuestras vidas, sin embargo, está es una de las veces donde me pongo extremadamente triste y depresiva, y ella no sabe que decir o hacer para hacerme sentir mejor. La entiendo, soy un desastre, y le agradezco por darme consejos, es como mi segunda madre, me cuida y aconseja y eso me alegra siempre. Ahora la único que necesitaba era dormir y olvidar este día, siento muchas cosas, me duele el pecho cuando lo pienso, estoy confundida, enojada, triste, decepcionada y maldiciendome a mi misma por ser tan idiota en estás cosas. El amor hace que hagamos cosas estúpidas.

Llegamos a la habitación, y mientras ella acomodaba y se preparaba para dormir, yo estaba en la ducha con la mirada agachada y dejando que las gotas tibias cayeran por mi cuerpo. Sentía el cuerpo pesado y solo quería olvidar lo que a pasado en mis últimos días. Salí de ahí enrollada en una toalla mirándome al espejo y pensando si todo lo que me pasa es solo a mí, parece que mis pensamientos, sentimientos e ideas nunca aportarán nada a mi vida o mi propio ser.

Me perdí en mi cabeza y cuando vi una gota caer por el espejo, un recuerdo llegó a mi cabeza.
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FLASHBACK--

T/n: Oye! Mamá! *Grite con la bandeja de bocadillos en la mano mientras salía al patio donde se encontraban Herin, mi abuela y mi madre*

M: Si querida? *Sonríe mirándome mientras cocina afuera*

T/n: Papá llegará está noche? *Deje la bandeja cerca de mi hermana y abuela en la mesa y regrese con mi mamá*

M: N-No lo se, hija creo que llegará tarde hoy. *Sonríe leve*

T/n: Estás bien? *La mire*

M: Si, linda estoy bien *Sonríe mirando la comida que preparó* Vamos ya es hora.

La mire irse y yo la mire sin expresión, la miraba confundida, y eso en parte me angustiaba.

4 horas después--

Recogía las cosas junto con mi madre, mientras Herin se llevaba adentro a la abuela.

M: Oye, T/n ya es todo, vamos adentro *Se volteo a verme y sonrió*

T/n: Mamá... *Me acerque a ella con una expresión triste y ella al ver esto me miró confundida* Papá no vendrá, cierto?

M: P-Por que dices eso? *Me miró triste*

T/n: Estás rara, desde hace rato *Ella se sentó en una silla y posteriormente yo* estás bien?

M: Estoy bien...

T/n: Te peleaste de nuevo con papá?

Ella me miró y sus ojos advertían con derramar lágrimas, su expresión cambio y bajo la mirada. Sentía su dolor, no como tal pero ellos casi nunca peleaban y cuando lo hacían no era cualquier pelea, lo bueno es que no llegaban a golpes pero si a gritos, me preocupa más por el simple hecho de saber que mi padre ahora tiene un camino por delante para combatir el cáncer y no creo que le sirva de ayuda que se pongan así.

M: Ya sabes cómo es... *Dijo con voz entre cortada*

T/n: Lo siento mamá, me preocupan.

M: No tienes por qué estarlo, cariño. *Sonríe triste* lamento que tengas que saberlo, tu padre tiene carácter pero ambos no nos comportamos como deberíamos.

T/n:....

M: Habrá días mejores, solo fue con sus amigos, volverá tarde de nuevo.

T/n: Lo se....

No me gusta que papá salga enojado, bebe y el alcohol hace que su enfermedad empeore. Adelgazo bastante y tenía aspecto diferente. Me saco de mis pensamientos al hablar.

M: Se que tenemos problemas pero no hay nada que hacer *Me miró* Es lo que pasa en las parejas, y es más difícil con su enfermedad calmarse en ciertas situaciones.

T/n: Mamá...el está preocupado.

M: Lo se...te digo algo? *Me miró y preste atención* se que tu padre está enfermo *Hizo una mueca triste* Yo...lo amo, pero desde que enfermo, solo nos a traído dolor y problemas *Abracé a mi madre y ella sollozo en silencio*

Ya sabía a lo que se refería, tal vez todos estaban listos para lo que le iba a pasar a mi padre, pero yo no. No estoy lista para decirle adiós después de tantos años junto a el. No es fácil pero no hay nada que se pueda hacer, creo que solo tenemos que aceptar la realidad.

M: Ni quiero que te sientas mal por eso, ni que dejes de creer en el amor. *Me miró y ahora ella puso su mano en mi espalda como consuelo* El amor es distinto, hay que saber cuál es el nuestro.

Es ahí cuando recordé lo que dijo papá: "El brillo en sus ojos es la clave" Sonreí al saber que era cierto, por qué a pesar de todos sus problemas se miraban con ese brillo.

M: Se que encontrarás a alguien que te amará de la misma manera *Sonríe leve* Ya quiero verlo. *Y concluimos ese día con un cálido, sincero y emotivo abrazo*

FIN DEL FLASHBACK--
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Solo quisiera gritar, nunca estuve preparada para la muerte de mis padres, lo pensé pero no creí que llegaría tan pronto el momento. Tengo tantos sentimientos encontrados, quiera decirle lo que en realidad pensaba, y superar obstáculos juntas después de la muerte de papá, todos escondían su tristeza y yo no podía.

Es ese el problema, quisiera decirle a Jimin lo que quiero, y que el hiciera lo mismo. Ambos, no sabemos nada.

Reaccione tiempo después cuando escuché una gota caer del lavamanos, la cerré bien y mire el espejo empañado frente a mi, lo limpie y mire que caían lágrimas por mis mejillas, apreté mis puños y sentía tanto remordimiento y dolor. Cuando pare, relaje mis músculos y solo suspiré limpiando mis lágrimas. Ya lista, salí del baño y Hwasa ya estaba dormida al otro lado de la cama, sonreí leve y me puse la ropa que dejó en la esquina de la cama. Seque mi cabello y me dispuse a acostarme del otro lado mirando el techo, no había más lágrimas o sollozos que dar, así que solo cerré mis ojos y quedé profundamente dormida.

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