Mi Único Error (Light x L)

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Pues antes q nada solo venía a decirles q probablemente la historia no gire a la historia original ( por mushas razones una de ellas q no me acuerdo muy bien de la serie ._." y me da pereza y nostalgia verla de nuevo) pues eso era todo, así q ahora sí disfruten de la lectura. :D
*Los capítulos serán un poco cortos ;-; disculpen por eso :'v

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Ahí estaba el castaño acostado en su cama boca arriba mirando hacia la infinidad del techo blanco. Perdido o no tan perdido en sus pensamientos, tenía el recuerdo presente de esa noche en la que le había dicho tierno a su enemigo. "Patético" fue lo que pensó en cuanto llego a su casa, era muy tarde y la investigación no había avanzado mucho que digamos. "Algo bueno, supongo".
Después de eso subió las escaleras de su casa con cuidado de no despertar a nadie, aunque era muy poco probable que eso sucediera, entro en su cuarto y se recostó en su cama, vaya quien diría que se cansaría de estar sentado, y bueno ahí se encontraba acostado en su cama mirando el techo que por alguna razón no podía conciliar el sueño tal vez sería porque el recuerdo de Ryuzaki con una bufanda seguía ahí y no se iba, empezaba a frustrarse mucho y por más que le daba vueltas no lograba saber lo que le pasaba, bueno al final pensó que cualquiera se vería tierno con una bufanda... Si de seguro era eso y no le dio más vueltas al asunto haciendo que el sueño se fuera apoderando de el poco a poco hasta que se quedó dormido.

Caminaba hacia el cuartel general un poco adormilado todavía, solo había dormido 3 horas, valla no se había imaginado que tardaría 2 horas en concluir que lo que había dicho sobre L no era la gran cosa... Verdad?

Llegó al gran edificio negro, ese que se alzaba en toda la ciudad, abrió las grandes puertas para adentrarse en su interior empezó a subir hacia donde tenía que ir y la primera cara con la que se encontró fue con la cara del azabache que lo miraba directamente a los ojos, esos ojos negro que parecía que observaban hasta su alma, esos ojos que se quedaban clavados en tu mirada, esos ojos que te hipnotizaban, esos hermosos ojos negro.