• house of cards (s2) | kth •

cuatro

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El timbre sonó y bajé las escaleras con prisa antes de que cerrasen el aula.

Por el pasillo pasaban mis compañeros, me miraban juzgándome, otros se reían y otros susurraban por lo bajo. No le di importancia, pero sí que evite mirarles, solo había venido a por mis cosas.

Las últimas personas en salir fueron Hye y sus amigas. Me miró con una maliciosa sonrisa haciéndome rodar los ojos. Entré sin decir una palabra y me dirigí a mi sitio, pero mis cosas no estaban.

Empecé a ponerme nerviosa rebuscando por todas partes, pero no estaba.

- Esa zorra... - pensé en alto. Estaba segura de que era culpa suya.

Fui corriendo hacia la puerta, pero me detuve al casi chocarme con alguien.

- ¿Buscas esto? - Taehyung tenía mi mochila en su mano. Me quedé en silencio confusa, ¿qué hace con mi mochila? La cogí bruscamente y pasé a su lado sin decir nada. - ¿Podrías dejar de meterte en líos? Me está empezando a molestar.

Me detuve por sus palabras y me giré hacia él, frunciendo el ceño.

- ¿Cómo? - pregunté incrédula.

- Simplemente deja de molestar, me estoy hartando de entrometerme entre Hye y tú.

Apreté los puños, ¿quién se cree que es? Sin decir nada más, comenzó a caminar por el pasillo dejándome atrás.

- ¿Acaso es culpa mía? - pregunté haciéndole detener. - ¿¡Es culpa mía que tengas que meterte!? ¿¡Te lo he pedido!? - no aguantaba, quería explotar. Todo había comenzado por haberle saludado el primer día.

Parecía sorprendido, pero a la vez, sus ojos no decían nada.

Resoplé y me aguanté las lágrimas de la rabia. Pasé a su lado golpeándole con el hombro, dejándole en medio del pasillo.

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- Hey, ¿dónde estabas? Han salido casi todos los alumnos, estaba apunto de llamarte. - decía eonni viéndome entrar a su coche.

- Lo siento por tardar. - contesté mirando por la ventana. - Vámonos.

Eonni me miró de reojo un poco confusa, pero arrancó enseguida el coche sin preguntar nada más.

Mientras miraba por la ventana, vi a Taehyung salir del instituto mirándome de lejos. Evité su mirada y miré hacia delante mientras nos retirábamos.

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- Aigoo... te has dado un buen golpe... - susurraba mi tía colocándome una bolsa de hielo en mi mejilla aún hinchada.

- Estoy bien tita. - sonreí. - Ya no me duele.

- Mira que hay que tener mala suerte para darte con el pico de la mesa. - decía eonni observándome la cara.

- ¿Te ha sentado tan mal el almuerzo que te he hecho? - preguntaba tita preocupada.

- No es eso. - reí. - Debe de ser el batido que compré en las máquinas, me di cuenta más tarde de que estaba caducada.

- Aigo, eso deberían registrarlo todos los días. Iré mañana a tu colegio para-

- Tita tranquila, ya se lo he dicho a mi profesor. - dije agarrándola del brazo entre risas. - Estoy bien de verdad.

Tita suspiró y me acarició la cabeza.

- Si tu madre estuviese viva, te habría dado una buena torta por ser tan patosa.

Reí con sus palabras, tenía razón.

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- Yah, Lee Hana, tenemos que hablar. - se posó Hye en mi mesa cruzando los brazos.

Rodé los ojos, no la soporto.

- ¿Qué pasa ahora, Hye? - pregunté cruzando los brazos. - No he dicho nada sobre ti, así que déjame en paz.

- Aquí no, vamos fuera.

- Si lo hago, ¿me dejarás en paz?

Asintió. Simplemente la hice caso, me estaba cansando ya.

Fuimos cerca del gimnasio, y me senté en uno de los bancos despreocupada.

- Ayer vi que Taehyung y tú salisteis los últimos del instituto.

Resoplé y rodé los ojos. Ya empieza con sus teorías paranoicas.

- ¿Es por eso? - Hye asintió elevando una ceja, como si no fuese normal. Volví a resoplar antes de hablar. - Mira, Hye, de verdad. No sé que problema tienes conmigo, pero no estoy interesada en nada que tenga que ver contigo, a cambio de eso, sigue tu propio camino y haré lo mismo, ¿sí? - dije con la intención de que hiciesemos las "paces" mientras jugueteaba elevando mis piernas despreocupada.

- No soy imbécil Lee Hana. No te vuelvas a acercar a Taehyung.

Me levanté de mi sitio y la encaré. Realmente estaba cansada del mismo problema. Taehyung, Taehyung, Taehyung. Era lo único que salía de su boca.

- No voy a estar discutiendo por un chico, ¿de acuerdo? Me da igual la relación que tengas con él, todo tuyo. Así que si no te importa, me iré yendo. - di media vuelta y comencé a caminar como si no hubiese ocurrido nada, pero antes de alejarme lo suficiente, tiró de mi pelo consiguiendo una queja por mi parte.

- ¿¡A dónde crees que vas!?

Poco después sus amigas volvieron a agarrarme reteniendome.

- ¡Yah! ¡Soltadme! - grité intentando hacer fuerza, pero no podía con las dos.

Hye volvió a darme una bofetada.

- ¿¡Te crees mejor que yo!? - exclamó agarrándome del cuello de mi uniforme. La miré con odio y con ganas de llorar de rabia. ¿Por qué a mi? ¿Qué he hecho para que me traten así?

Al mirarme a los ojos y notar mis lágrimas, más odio creció en ella y comenzó a tirar de mi uniforme con intención de romperlo.

Empecé a gritar que parase, pero no se detenía.

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La campana sonó, y entre risas de Hye y sus amigas, se fueron corriendo a las aulas.

Me levanté del suelo lentamente. Miré mi uniforme casi destrozado. Comencé a llorar de nuevo, ¿qué escusa me invento ahora? ¿Qué le diré a eonni y a tita? Los uniformes son muy caros... ¿qué haré...?

Me sequé las lágrimas, quería irme a casa pero no podía, preocuparía más a tita y a eonni. Empecé a caminar sin ganas hacia el aula para coger mis cosas y esconderme de nuevo en la azotea.

Mientras pasaba por los pasillos todos me miraban, pero ya me daba igual, estaba acostumbrada a esas miradas. Abrí la puerta, y el silencio se hizo en cuanto me vieron.

Empecé a caminar entre las mesas, y susurros era lo que escuchaba. Cogí mi mochila y mis cosas y salí del aula rápidamente, evitando a todos los que me rodeaban.

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