• house of cards (s2) | kth •

nueve

♥ · ♦ · ♣ · ♠

Park Jimin

Yah, Lee Hana, ¿qué tal? Hace tiempo que no sabemos nada de ti. ¿Todo bien?

Sé que me lees, ¿podrías al menos decir si estás bien o no?

Jeon Jungkook

Hana... ¿estás enfadada conmigo o algo...?

Lo siento si he hecho algo mal...

Vuelve pronto a clase, los chicos y yo te echamos de menos.

Bloqueé el teléfono. Más mensajes de Jimin y Jungkook.

Llevaba más de una semana sin ir a clase. Desde el día que discutí con tita y eonni me encerré en mi habitación. Quería desaparecer, no quería saber nada de nadie.

Escondí mi rostro entre mis rodillas, hasta que escuché unos golpecitos en mi puerta.

- Hana... cariño, ¿no has comida nada? - escuché a tita tras la puerta, pero no contesté. - No has tocado el plato de esta mañana... - seguí en silencio. - Voy a llevarme el desayuno y a dejarte la comida aquí, ¿de acuerdo?

Escuché el ruido de los cubiertos chocando con los platos mientras recogía el desayuno y dejaba la comida en el suelo.

Después de escuchar los pasos de tita alejarse, el silencio volvió a invadir mi habitación. Era extraño, pero no tenía hambre después de días sin comer.

- ¡Yah, Lee Hana! - escuché de pronto tras la puerta, era eonni. - ¡¿Así agradeces a eomma después de estar cuidándote todos estos años?!

- Hija... - escuché después a tita, parecía intentar detener a eonni.

- ¿¡Crees que eres la única que lo ha pasado mal!? ¿¡No te has puesto a pensar en como se sintió eomma después de básicamente adoptarte como su propia hija!?

Me mordí los labios y me escondí bajo la manta. No quería seguir escuchándola.

- ¿¡No estás siendo egoísta!? - de pronto escuché la voz de eonni temblar. - Yo... te he aceptado y querido como una hermana pequeña... ¿¡y así es como nos tratas!?

- Hija... por favor, déjalo.

- ¡Abre la maldita puerta! - eonni empezó a golpear la puerta, mientras escuchaba a tita intentando agarrarla. - ¡Abre la maldita puerta o la tiraré! - seguí sin contestar. - ¡Una! - me levanté de la cama. - ¡Dos! - me dirigí hacia la puerta. - ¡Tre-!

Abrí la puerta por fin sorprendiendo a eonni y a tita. Eonni estaba roja con los ojos llorosos. Parecía cabreada, y tita me miraba apenada, seguramente de lo pálida que estaba.

Eonni frunció el ceño mirándome cabreada. Bajé la cabeza. Estaba enfadada y lo más probable es que fuese a regañarme a muerte. Eonni elevó el brazo y me achanté cerrando los ojos. Pero me abrazó con fuerza sorprendiéndome.

- Deja de preocuparnos tanto idiota... - susurró con voz temblorosa.

Le abracé de vuelta, y enterré mi rostro en su hombro. Llorando a llantos.

- Mis hijas... - susurró tita entre lágrimas mientras nos observaba.

Eonni estiró el brazo y unió a tita en un abrazo grupal.

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