capítulo 1

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   "Mi Dios no juega dados. Quizás... esté a mi favor"   
 

                                                 Indio solari

El calor de la noche me abraza el cuerpo mientras clavo mis vista en mi objetivo.

Bajo, calvo y vestido con un traje que bien podría valer un órgano importante. Su postura demuestra lo relajado que se encuentra.

Una ametralladora le cuelga en la espalda y tiene un móvil pegado a la oreja. Camina de un lado a otro y luego se detiene. Un músculo en su mandíbula se aprieta mientras endereza su espalda y grita algo que no entiendo.

Se encuentra a unos metros de mi y no logró escuchar lo que dice, pero si noto como de la tranquilidad, pasa a lo irritable.

Desde donde me encuentro no puede verme pero estoy a medidas justas para volarle la cabeza.

Hoy será su fin.

Es lo que pasa cuando tocas lo que no es tuyo y éste mal nacido a cruzado líneas que no deberían ser cruzadas y cree que saldra ileso creyéndose inmortal.

Se topo con gente equivocada.

—Soldados, repórtense—habla una voz a través del micrófono que tengo en la oreja—una voz bastante autoritaria para mi gusto

—Aquí Lelia reportandose desde zona sur—Digo tranquila

—Aquí Pia reportandose desde zona norte—Dice mi compañera

—Donde esta ….?—Pregunto desconcertada. Un silencio se escucha del otro lado de la linea.

Mierda.

—Donde carajos está ese idiota?—     Mascullo irritada.

Otro silencio y luego de unos minutos se escucha.

—Aquí estoy, reportandome desde zona oeste—Dice Christian, mi otro compañero—Estaba ocupado

—Joder, me has asustado imbecil— suelto suspirando

—Prepárense chicos, viene una camioneta con refuerzos. Si algo sale mal salgan de ahí—Informa la voz detrás del aparato

—No me iré de aquí hasta acabar con el imbécil ese—Advierto, dejando clara mi postura

—Has lo que se te ordena Lelia, lo digo enserio—masculla

—Yo igual—exclamo

—Lelia…-Dejo de escuchar. Un movimiento capta mi atención y levanto el arma.

Hay soldados por todos lados, camionetas llegan con más soldados y mi objetivo es opacado por todos ellos. Visten de negro y van cargado hasta las muelas.

Pero dije que no iba a irme de aquí sin antes llevarme a ese mal nacido al infierno.

Guardo mi arma y sacó de un estuche, un hermoso rifle ruso. Regalo de mi para mi en unos de mis viajes a Rusia.

Apunto a mi objetivo y pongo el dedo en el gatillo. Respiro y…

—Evacuen mision. Son muchos soldados—Informa la voz—Repito, retirense de la misión.

Pero yo como siempre, no presto atención y me concentró nuevamente en mi objetivo-su cabeza calva tendra como adorno una bala mia- . Tranquilizó mi pulso y hago lo mismo que hago desde los 6 años.

aprieto el gatillo.

Headshot

El cuerpo cae rendido y todos los idiotas desesperados buscan de donde carajos vino el tiro.

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