Doctor Midoriya

La vida es una perra vengativa: Primera parte.

Gracias todos esos lectores que me apoyan, de verdad muchas gracias. No saben lo bonito es que te dejen un mensaje de aliento. Y porque ustedes me motivan a escribir hoy les traigo este nuevo capítulo.

(Japón, Tokio)

Se escuchó como alguien se aproximaba a Izuku y él abrió sus verdes ojos saliendo te todos esos recuerdos que marcaron su vida.

-Doctor Midoriya, no sé cómo lo hizo pero el pequeño Touji ahora está siendo preparado para la operación, parece que tiene cierto encanto en los niños: Dijo el hombre recién llegado.

-Nada de eso Kenji, Solo fue algo de paciencia y escúcharlo un poco: Izuku se paró de su asiento en empezó a quitarse las férulas que resultaron ser falsas. –Fue nostálgico...

-¿nostálgico?: Pregunto el también doctor, viendo como el peliverde se estiraba.

-Nada, solo que solía lastimarme mucho durante la preparatoria y terminar con los brazos rotos. Bueno, es hora de trabajar.

Dicho esto último Izuku y el otro doctor salieron del lugar. El peliverde fue llamado específicamente para la operación del niño ya que era un caso complicado y que estaba bajo el cuidado de la fundación que pocos años antes él y otros tantos médicos colegas de todas partes del mundo fundaron.

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Pasaron cerca de 8 horas en la operación fue una situación muy dura y estresante, estuvieron alrededor de 10 especialistas en cirugía u otro tanto de personal. Como el niño había dicho no solo fue un trasplante de riñones, en realidad el niño necesita trasplantes múltiples, desde la cabeza que tenía un tumor benigno hasta reemplazar corazón y pulmones, extirpar algunos metros de intestinos por un cáncer. Ese niño era como una pequeña bomba de tiempo andante, Izuku no podía creer la cantidad de problemas que tenía era el peor caso de tumores Mutisistemicos que vio en su vida.

Al fin después de ese trabajo Izuku podía relajarse en un pequeño lugar que habían preparado para él y que estaba libre de curiosos, era como un pequeño jardín. Disfrutaba de un buen cafe hasta que un intruso fastidio su calma.

-Buenas... tardes doctor, yo solo... buena tal vez no me recuerde pero fuimos al jardín infantil juntos y yo...

-Claro que te recuerdo eras amigo de Bakugo: Dijo Izuku viendo al recién llegado, era un hombre que aparentaba unos 30 años; pero sabía que tenía la misma edad que él se notaba que la vida no lo había tratado bien... claro que sabía quién era. Era uno de los bravucones que lo fastidiaba de niño, el niño gordo con la peculiaridad de alas de murciélago. –Si mal no recuerdo tu nombre era...

-Chouji, mi nombre es Chouji: Apresuradamente dijo el hombre regordete.

-Sí eso. Bueno, supongo que bienes a preguntar cómo fue todo. Te informo que todo salió bien, tu hijo salió satisfactoriamente de la operación aunque hubo un par de veces en que casi lo perdemos pero el chico es fuerte y lo resistió. Con algo de terapia y seguimiento para estar seguros de una completa recuperación.

-Gracias, muchas gracias, por salvar a mi hijo: el hombre cayo de rodillas llorando.

-No tienes porqu...

-No, cuando me dieron el diagnostico de Touji, no entendí la mitad de las palabras que dijo el doctor solo sabía que era malo, muy malo. Me dijeron que eras uno de los mejores en trasplantes, pero que no estaban seguros de poder localizarte pronto. Incluso yo estaba asustado, no sabía si ayudarías a mi hijo después de todo lo que te hice cuando éramos niños. Yo en verdad los siento mucho, ¡perdón!: el hombre se postro ante Izuku.