Doctor Midoriya

La vida es una perra vengativa: octava aparte.

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Patrick, estaba harto de esos tres molestos seres humanos pero la que más lo sacaba de quicio era la chica.

-Debe haber algo que podamos hacer. Deku, queremos compensar lo que hicimos.

La insistencia de la llorosa chica hubiera sido conmovedor para otras personas pero no para el moreno.

-¡por favor déjenos ayudar en la investigación!

El chico de lentes no parecía tan malo, al menos se mantuvo callado el tiempo suficiente y había empezado su frase con un por favor.

-Enmendaremos lo que hicimos.

El peli cenizo, parecía el más afectado. Patrick recordaba como parecía solo otro matón abusivo... pero ahora y al ver lo que pasó parecía un pequeño corderito listo a cumplir cualquier orden que se le diese. –Si los meto a la investigación, ¿que garantía tengo que cumplan las ordenes que se les asignaran?

-Nosotros lo aremos, cumpliremos con tus órdenes.

La rápida respuesta del peli cenizo parecía ser lo que los otros tres también pensaban.

-Mi reciente experiencia con ustedes me demostraron que no puedo confiar en solo lo que dicen... además si creen que con esta pequeña muestra de arrepentimiento pueden expiar su culpa están equivocados.

Lo último lo dijo a los dos principales responsables de la situación. –Desde el momento que llegaron solo preguntaron por Izuku, y no los culpo pero también habían más implicados en este alboroto. Sé que ustedes y Himiko no eran precisamente amigos pero en este momento me pongo a pensar y empiezo a creer que ella nos les importa por el hecho de haber sido una villana.

Los tres estaban algo avergonzados por lo cierto de sus palabras.

-Después de tanto tiempo, nos sentíamos desconfiados de ella, pero aun así no esperábamos que algo como esto le pasara.

Uraraka, estaba diciendo lo que pensaba y tenía la cabeza baja. Se sentía avergonzada y terrible por que se sentía culpable.

Patrick vio seriamente a la chica, había algo que se moría por decirle y parece que había encontrado la ocasión perfecta para hacerlo. –Durante el tiempo que Izuku llego estuviste demasiado pendiente de él señorita Ochako, tal vez demasiado. Pero quiero que sepas algo, incluso si Himiko nos deja yo nunca permitiría que tomes su lugar, juro que are lo imposible para que tú nunca estés con Izuku.

Ochako sentía que cada palabra era una puñalada, ese hombre no dejaría jamás que se acerque a Izuku... nunca.

-sé que con unas simples palabras no me voy a deshacer de ustedes... así que si aún quieren estar dentro del caso contacten a Sukaichi, él les dirá donde encontrarme, pero eso sí. Sean advertidos que las ordenes deben ser cumplidas no importa que, y sáquense ese pensamiento heroico de su cabezas.

Patrick no espero a que alguno respondiera y se fue rápidamente por un pasillo. En poco tiempo el moreno y ya libre de sus indeseados acompañantes llego a cuidados intensivos, donde estaba Himiko, cada visita era dolorosa ya que se había acostumbrado a la vivacidad y alegría de la peculiar mujer y ahora era tan antinatural verla tan quieta y tan frágil, y pensar que hacer algunos meses ella y él se libraban de algunas ratas.

(Flash Back)

Fue el día que Izuku fue a Japón a contactar con la liga de villanos, Himiko recién tenía un mes de embarazo y hace poco se había confirmado la alegre noticia, ellos esperaban que este bebe fuera una niña, incluso si ese fuera el caso Izuku había propuesto ponerle el nombre de su madre, incluso el primogénito de la familia estaba encantado ante la idea de tener una hermanita.