Capítulo 5 "Mi cuerpo pide fiesta"

1 0 0
                                    

Supongo que con tantas cosas que tenía en la cabeza no podía dejar de pensar en desahogarme con alguien y Alex me iba ha venir genial para ello.

Una vez preparados subimos al precioso ring y me concentré, no debía sacar los sentimientos en el ring, simplemente concentrarte y dejar que tu cuerpo fluya con cada movimiento.

Nos colocamos uno delante de otro, mientras que Jack hacía de árbitro.

-¿¡Estais listos!? -nos gritó conemoción mientras lo dos asentíamos- ¡Pues, que empiece la pelea! -se alejó he hizo sonar la campanita que indicaba el comienzo de la pelea.

Alex se lanzó hacia mi con intención dedarme un puñetazo en la cara, pero me agaché esquivandolo, cuandome volví a ponerme en posición inicial le pegué un gancho con la derecha y le miré vacilando, aunque en realidad estaba muyconcentrada.

-¿No tienes nada mejor? -me acerqué a el como si fuera a pegarle directamente en la naríz perocambié ladirección y le pegué otro gancho con la derecha.

Seguí peleando sucio, buscando los vacios legales en las normas, al estilo Minesota, esquivando y pegando cuando no se lo esperaba hasta que se rindió.

-Espero que no vuelvas a retarme a menos que puedas darme una paliza- me acerque y le cogí la mano para levantarlo.

Miré detenidamente sus heridas, solo tenía un corte poco profundo en el labio, pero sangraba bastante.

-Quedate aqui quieto-me fui hacia el vestuario, cogí el botiquín y volví con Alex -mírame- le cogí la barbilla y lo limpié la herida con cuidado, entonces sentí a todoel mundo mirandome- ¿Pasa algo o simplemente no tienen nada que hacer? Humo, no venís a ver un espectáculo, solo era una pelea amistosa.

Bea, que ya había dejado de grabar desde que terminó la pelea, se acercó a mi y me sujetó por los hombros mientras me daba una sonrisa tranquilizadora.

-Cariño, no es por la pelea, es por tí, eres asombrosa -me dijo con cariño.

-Gracias Bea, pero todavía tengo que mejorar mucho-me gusta saber que hay gente que lo piensa.

Me fui hacia el vestuario donde dejé el botiquín y me quité la ropa para darme una ducha que me quitara la cantidad enorme de sudor que tenía encima, cuando terminé me envolví en una toalla y fui a por mi ropa a mi mochila.

Pero sorpresa, no estaba, en su lugar había un disfráz de conejita de Playboy, con una nota de que decía:

Querida conejita boxeadora, a riesgo de llevarme una paliza, te cojo la bolsa y te la cuido mientras te pruebas ese precioso traje que seguro que te sienta genial.

XOXO

TU Jack.

No puede ser verdad, esto no me estápasando a mi. Cogí el estúpido disfráz y me lo puse, le quité lacolita de conejito y la pajarita.

¿Se creen que me voy ha poner a llorar? Ni de lejos.

Salí del vestuario con la cabeza bien alta y vi a los chicos esperandome en la puerta, todos se quedaron con la baba cayendo cuando pasé por al lado suya con mi casco en la mano yel móvil en la otra en la otra, meneando la cadera como mi mejor amiga Jessa me había enseñado hace tanto tiempo.

-Chicos la proxima vez que quieran hacerme una broma pesada, no me pongan algo me me haga estar tan sexy, creo que tenéis un charco de babas debajo vuestra -les guiñé el ojo, me subí a la moto, la arranqué y justo antes de ponerme en marcha les tiré un beso con la visera todavia subida, y me fui de allí.

Corrí más que nunca, me estaba muriendode frío y necesitaba llegar a mi casa. Como cogiera una pulmonía o algo por el estilo, juro que los mato, lenta y dolorosamente.

Por fín después de el trayecto más largo mi vida, llegue a mi querida casa, menos mal que siempre dejabalas llaves, el móvil y el casco juntos, porque si no estaría en serios problemas.

La verdad es que no conocía a nadie en el barrio, no había ido a presentarme ante mis nuevos vecinos y tampoco es que me hiciera mucha ilusión.

No me dí cuenta de que me había cambiado y puesto ropa de para salir, por lo visto mi cuerpo quería irse de fiesta un rato.

Cogí el movil y le hablé ha Jack.

Ryn Parker: Hey Jack, te necesito.

Jack Gym: Por supuesto conejita, voy a tu casa ahora mismo.

Ryn Parker: No ese tipo de necesidad, cerdo. Quiero irme de fiesta, y sí ya se que es jueves, da igual, yo mañana no voy ha ir al insituto y te haré tu justificante.

Jack Gym: Bueno... los jueves solo hay fiesta en las universidades, pero hay que tener cuidado.

Ryn Parker: ¿Peligro? Es mi segundocnombre, vamos gallinaaa, llevame a esa fiesta.

Jack Gym: Muy bien, cinco minutos estoy en tu puerta.

Vaya, que rapidéz, me maquillé y tal y como dijo, en cinco minutos llamaron a mi puerta. Bajé corriendo y abrí la puerta mientras cogía la chaqueta.

-Vamos a divertirnos -estaba radiante, llevaba una camisa blanca con una chaqueta de cuero negra, unos pitillos vaqueros negros y unas Vans, negras también.

-Estás preciosa Ryn -me miró de arriba ha abajo, solo llevaba un vestido negro ajustado con una chaqueta de cuero negra y mis Vans.

-Parece que nos hemos puesto de acuerdo en vestirnos -el me sonrió y me hizo una seña de que montara en su coche.

Después se montó el y condujo de camino a la fiesta.

-Quédate cerca mía, conozco al anfitrión y su alcohol coloca más de la cuenta-me susurró al odio.

Yo me estremecí y asentí con la cabeza mientras andabamos hacia la entrada. Se escuchaba la música desde muy lejos, no se como los vecinos no se quejaban, el olor a marihuana y humanidad salia por la puerta, igual que las personas que no cabían dentro de la casa.

Fuimos directos a la barra a por nuestras bebidas, la gente bailaba, como si no les importase nada. Esto era lo que necesitaba, una buena fiesta, y a disfrutar.

-Dos chupítos de tequila con sal y limón porfavor-me adelanté apedir antes que Jack.

-¿Así que vamos a por la resaca de mañana no? Muy bien, oye Jace, que sean cinco, la señorita quiere fiesta -le dijo al camarero que había en la barra.

-¿Seguro? Ya sabes que son muy fuertes por aqui -el tal Jace me miraba dudando, y yo me sentí muy ofendida.

-Por supuesto que sí, puedo con lo que sea, bonito, así que ponlos ahí a ver quien los acaba antes-miré a Jack y me miró conuna sonrisa de oreja ha oreja y ví como sus ojos brillaron de pura ansia.

-Como la princesita mande Jace -se acercó a mi oido y mesusurró- me tengo que quedar en tu casa a dormir, porque sino mispadres me van a matar como me vean llegar a las siete de la mañana borracho como una cuba.

-No hay problema-le respondí haciendo que mis labios rozaran el lóbulo de su oreja. Ví como se estremeció y me sentí muy poderosa- ¡Que empiece la fiesta!

Alas de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora