Su cortejo duró solo siete meses, su felicidad se media por la cantidad de carcajadas que compartían, la cantidad de noches que pasaban enredados en los brazos del otro escuchando el latido de sus corazones y por la cantidad de amor que tenían el uno por el otro. Le tomó dos semanas a Harry el descender de su nube y reunir el coraje para acercarse a la pequeña y vivas muchacha de cabello castaño en una de sus clases, pero solo le tomó un segundo a Ariana decir que si a lo que fuera que el chico alto y atractivo le estuviera pidiendo.
En un mes aprendieron el uno sobre el otro. Ariana era una escritora especializándose en inglés y periodismo, aunque no planeaba trabajar para ninguna revista o periódico. Prefería escribir novelas y tener independencia. Harry estudiaba publicidad y negocios. Todos los que los veían pensaban que los dos eran una pareja fuera de lo común. Ariana era de mente muy abierta y estaba constantemente sonriendo, mientras que Harry siempre echaba miradas y tenía un comportamiento sereno. Sus diferencias iban más allá de sus carreras y personalidades. Ariana prefería su café con leche y azúcar y escribía sus relatos de escenarios imposibles y fantasías. Harry, por otra parte, le gustaba su café negro y prefería la practicidad y el realismo a la fantasía. La gente creía que la personalidad extravagante de Ariana nunca encajaría con la de Harry, calmada y racional, pero estaban equivocados.
Siete meses de perfección absoluta; Harry le propuso matrimonio y su pequeña castaña, Ariana, aceptó.
Esperaron unos pocos meses de prometer amarse hasta que la muerte los separara. Luego de su graduación y su boda, encontraron un apartamento. Era pequeño, pero no les molestaba. Los toques de Ariana lo convirtieron en un hogar; un hogar al que Harry disfrutaba regresar después de una dura jornada de trabajo. Cada noche tomaba las manos de Ariana y le susurraba promesas de una casa más grande, una en la que iba poder decorar hasta llegar al horizonte. Y cada noche Ariana sonreía al pecho de Harry y le agradecía.
La ética de trabajo y la personalidad de Harry le permitieron escalar los puestos de la compañía con destreza. Conforme su salario aumentaba, también lo hacia su cuenta bancaria. Una noche, Harry le quito gentilmente la computadora portátil a Ariana y la posó en una mesita de café que estaba cerca. Luego se arrodillo ante ella, tomando la mano de su esposa con la suya propia.
-Ari- dijo lentamente, manteniendo la vista en Ariana -quiero comprarte esa casa que te he estado prometiendo hace tanto tiempo que te compraría.
Con los labios temblorosos, Ariana asintió, envolviendo el cuello de su esposo mientras le agradecía. Esa noche se fundieron el uno con el otro, saboreando los toques y haciendo el amor lenta y profundamente.
La casa tenía que suministrar lo que Harry creía que Ariana necesitaba para su tipo de trabajo: paz y serenidad. Encontraron una pequeña pero perfectamente tranquila finca en un barrio amplio y de clase alta, cerca del campo. Cuando Harry miró a Ariana y le pregunto "¿Qué te parece?", ya sabía la respuesta.
-Me encanta Hazz...
Sonriendo, Harry tomo las manos de Ariana.
Con los labios temblorosos, Ariana asintió, envolviendo el cuello de su esposo mientras le agradecía. Esa noche se fundieron el uno con el otro, saboreando los toques y haciendo el amor lenta y profundamente.
La casa tenía que suministrar lo que Harry creía que Ariana necesitaba para su tipo de trabajo: paz y serenidad. Encontraron una pequeña pero perfectamente tranquila finca en un barrio amplio y de clase alta, cerca del campo. Cuando Harry miró a Ariana y le pregunto "¿Qué te parece?", ya sabía la respuesta.
-Me encanta Hazz...
Sonriendo, Harry tomo las manos de Ariana.
-Comprémosla entonces.
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Binario -Harry Styles (One Shot)
RomansaDonde las palabras son vagas, los números son claros.