Un Nuevo Mundo

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Siempre estuve solo,hasta que tu faro brilló.

-Tienes que ir a la escuela, Yoongi. Sé que estás triste, pero tenemos que seguir con la rutina. No te puedes quedar sentado en la casa todo el día, eso te va a poner apeor... -Seoyeon lo decía una y otra vez, ocupándose del tostador, dejando migajas por todas partes. Yoongi sentía que la piel se le enchinaba cuando veía el desorden que su tía estaba haciendo. Tenía que levantarse y recoger las migajas con una esponja húmeda y después secar cuidadosamente la superficie con un trapo de cocina. Aparentemente, a Seoyeon le molestaba verlo limpiar, y eso era lo que le irritaba a Yoongi aún más. Sólo cuando estaba contento de haber recogido cada migaja, y sólo una vez que limpiaba la superficie un par de veces para tener mejores resultados, Yoongi podía volver a sentarse en la mesa de la cocina, frente al capuchino espumoso que se había hecho. Parecía que estaba rebelándose.

-No puedo ir. Tan simple como eso. Tengo cosas que hacer.

-¿Como qué?

-Sólo... cosas.

Seoyeon volteó los ojos. Su sobrino debía de ser el chico más necio y terco de todo Corea. En un arranque de frustración, levanto las manos.

-Está bien, entonces. Sólo por hoy. Pero el lunes regresas a la escuela.

-Va a ir hoy.

Sorprendido, Yoongi levantó la mirada. Jungkook había entrado a la cocina, con unos pantalones de mezclilla y una playera blanca, con el cabello húmedo después de haberse bañado.

-Necesita ir hoy mismo. Tienes razón, Seoyeon. Tenemos que mantener un poco de normalidad aquí. Yo me haré cargo de ello.

Seoyeon lo miró con incredulidad. ¿De verdad estaba de su lado?

-Sí. Está bien. Me da gusto que estemos de acuerdo. -Seoyeon le dio el último sorbo a su capuchino y subió a vestirse con una sonrisa de satisfacción en la cara por haber ganado la batalla, aunque con un poco de ayuda.

Yoongi estaba escandalizado. ¿Cómo se atrevía a intervenir así en su vida?

-¿Por qué hiciste eso? -murmuró en cuanto Seoyeon se fue-. Tengo que arreglar las cosas de mis padres. Tú ya lo sabes. Te lo dije anoche.

-Ya sé. Pero para que lo hagas necesito que Seoyeon te dé espacio. Y para que te dé espacio, tienes que demostrarle que todo está bajo control. Que nos las podemos arreglar solos y que yo puedo cuidarte.

-Ah, claro. Entonces puedo quedarme en casa unos días.

-¿Quién dijo eso? -dijo Jungkook con los ojos brillando.

-lo dijiste.

-Yo dije que teníamos que demostrarle que todo estaba bajo control. Y dejar que faltes a la escuela no es parte del plan. Vas a ir a tu clase extra de matemáticas y todo eso.

«¡Lo está disfrutando! -se dijo Yoongi a sí mismo y se paró en seco-. ¿Qué acaba de decir?».

-¿Cómo sabes que tengo una clase extra de matemáticas?

-¿De verdad? Hice una suposición al azar.

Yoongi lo miró con suspicacia.

-Adiviné. ¡En serio! -Levantó una mano declarando inocencia.

-No te creo para nada. ¿Cómo diablos podrías saber de las clases que tengo hoy? -Yoongi estaba temblando.

«¿Se metió en mi cuarto durante la noche? -pensó-. ¿Y por eso se sabe mi horario?».

Sueños Secretos - kookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora