Capitulo 6: La sociedad oculta entre las dunas

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El viento del desierto soplaba con ferocidad, la misma ferocidad con la cual el desconocido que acaba de salvar la vida del grupo de jóvenes, miraba al horizonte.

-¿Takezo?, ¿ese era tu nombre verdad?-.

Takezo miró hacia atrás e indiferentemente asintió, para continuar su camino a lo cual los otros se quedan amparados preguntando que hacer ahora.

Después de avanzar unos metros Takezo mira atrás, cuestionando si dejar al grupo de forasteros rondando solos por el desierto, después de unos momentos de duda, el desconocido decide que lo mejor sería interrogarlos y mantenerlo cerca para decidir si suponen un peligro alguno.

-¿Qué es lo que buscan en este desierto?- preguntó el Takezo, yendo directamente al grano.

El grupo salió de sus propios pensamientos al oír la pregunto de Takezo, bastante confundidos pensaron cómo responder esa pregunta.

-Siendo sincero, creo que no hay una razón en especifico, solo estábamos huyendo no mucho más- respondió Gerardo con simpleza.

-Aunque sinceramente, hubiera preferido 100 veces pelear con el golem antes de pelear con una puta montaña viviente de casi 20 metros- exclamó Tamon bastante molesta.

-¡¿Y acaso eso es culpa mía?!- dijo Gerardo levantando el tono de voz.

-Claro que sí, te puedo apostar mi vida que si no fuera porque siempre suelen tentar al destino, no nos meteriamos en la mitad de problemas que hemos vivido- dijo exasperadamente Tamon, avivando la conversación la cual estaba volviéndose cada vez más violenta.

-¿Puedo decir algo?- preguntó débilmente Jack.

-¡NO!- gritaron los dos jóvenes hacia el felino el cual se encogió sobre sí mismo con una cara de cansancio y arrepentimiento en sus ojos.

Mientras tanto, Takezo miraba esto con una expresión confundida y a la vez molesta, tomando un respiro y calmando sus ganas de simplemente dejarlos allí, suspiró y dijo:

-¿Podría decir algo?- preguntó Takezo en tono cansado pero a la vez serio, dándole un tono más autoritario y serio.

Los dos jóvenes dejaron de pelearse por un momento, algo en el tono de esa persona les causaba una gran impresión.

-¿Qué?- expresó Tamon con enojo y algo de desprecio en su voz.

-Antes que nada usen honorarios para referirse a mi y cuida tu tono conmigo, bruja -exige Takezo con una mano en su espada.

Tamon se vio molesta, no solo por la actitud condescendiente del actual desconocido para ella, si no que también estaba encabronada por el sobrenombre que Takezo utilizó.

-No pienso dejarme doblegarme por un desconocido como tu- dijo Tamon con el mayor disgusto y molestia que su voz podría expresar sin llegar a un conflicto físico.

Takezo siente cierto interés en la reacción de la bruja, miraba con curiosidad como no parecía demostrar ningún tipo de miedo hacia él, aunque esto obviamente era en el exterior, ya que la realidad era que dentro de sí, el miedo florecía dentro de ella y Takezo podía ver eso, incluso si su cuerpo no lo demostrara, aunque no era la única, sus compañeros se habían acercado para ayudarle, aunque en ellos era mucho más notorio el miedo que sentían, eso no quitaba ver cómo a pesar de estar asustados estos no retrocedian.

Takezo con curiosidad, dio unos pasos hacia el frente y se puso frente a Tamon, mostrando una altura parecida lo que obviamente atrajo una mayor hostilidad al ambiente.

-¿Cuál es el punto de sostener sus armas si ante una situación como esta, la solución óptima sería rendirse y buscar perdón?.......¿ustedes en serio no tienen idea de donde están, verdad?- cuestiono Takezo.

Shadow Souls: El Alma InternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora