capitulo 3: pesadillas

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Las pesadillas pueden ser generadas por los recuerdos y experiencias más escondidas de una persona o incluso ir más allá y dejar de ser solo una pesadilla, para pasar a ser una realidad.

Se puede ver una habitación a oscuras, en medio de esta se encontraba Jack, este parecía más joven, aunque se notaba que algo era distinto, había cadenas que salían de sus muñecas, lo suficientemente largas para que pudiera moverse por la habitación pero demasiado cortas para salir y sus ojos brillaban con un leve color rojo y verde.

-atrapado una vez más- dijo Jack frustrado por su aprisionamiento en esa pequeña habitación - ¿Ya van cuantos años desde que tengo esta misma pesadilla?, ¿eso sinceramente importa?, cada vez que me logro escapar de eso, termina volviendose mas fuerte- dijo con rabia y disgusto -a veces me pregunto ¿cual es el punto de resistirme?- dijo con una voz quebrada.

En ese momento un chillido se escuchó en el pasillo de la habitación, y así una masa totalmente negra y amorfa, con un aspecto que podría recordar a algún tipo de felino, su cuerpo frio y repugnante convulsionó un poco justo cuando entro al cuarto, en su cara había una sonrisa retorcida por lo que parecía ser dolor, aunque lo más resaltable y bizarro de la criatura eran las cabezas deformadas que había en su cuerpo, totalmente derretidas, en fango negro y lo que parecia ser metal, sus expreciones llenas de dolor daban el mesaje de que es lo que sucede cuando uno se encuentra con una criatura asi, pero incluso en lo que parecia un estado agonico, estas sonreían de forma forzada y dolorosa, dando una vista horrible y tetrica. la bestia, una vez terminó de convulsionar, giró su rostro hacia Jack acercándose lentamente hacia él, dándole una sonrisa retorcida.

-¿Qué es lo que vas a hacer?- dijo resignado Jack.

-Nada.......útil......tortura......soledad......lealtad- suspiro una de las cabezas deformadas con una, mirada triste y suplicante, mientras miraba de forma antinatural a Jack con sus penetrantes ojos carmesi.

-Pero que carajos- Jack exclamó sorprendido, jamás la criatura había hablado, solo había hecho sonidos agónicos a través de los últimos 2 años.

Un sentimiento de miedo empezó a recorrer la espina dorsal de Jack, el podía sentir como su piel se erizaba y su cuerpo intentaba hacerse más grande, en un desesperado intento de intimidar a la bestia que tenía enfrente.

juntos...... .apaciguar......dolor.......abandono- Dijo la otra cabeza con una expresión de felicidad y melancolía, mientras sus suaves ojos verdes se iluminaban en su destrozada cara.

-¿Qué?, ¿de qué carajos hablas?-dijo Jack ya exaltado por las palabras que parecían totalmente aleatorias.

Por último, la cabeza más deformada y que ni en mil años se podría saber a qué o quién le pertenece

-tu.......yo.......sacrificio.......iguales......misma....condena.-

Después de eso la criatura abrió su cráneo, revelando una gran abertura la cual parecía una mandíbula retorcidamente humana, solo para momentos después abalanzarse sobre el cuerpo de Jack

Jack despertó con un fuerte salto de su cama, este estaba sudando y su cara estaba llena de lágrimas- que mierda fue eso- se dijo para sí mismo, su mente daba vueltas y sentía unas inmensas ganas de vomitar, él necesitaba tiempo para asimilar lo que había pasado aunque para su mala suerte este no lo tuvo, ya que, a la distancia se podía oír un grandes estruendo proveniente del exterior, con rapidez y ignorando los mareos, el felino se compondría saliendo de su habitación para ver que podría estar sucediendo.

En su camino hacia la entrada principal se encontró con Gerardo el cual también había sido despertado por los estruendos, una tensión se filtraba en el aire mientras los dos jóvenes con precaución caminaban hacia la puerta, pasos leves y desiguales se podían escuchar, cada vez más cerca, gerardo fue el primero en tomar la iniciativa, con cautela pero rapidez se habría acercado hacia el marco de la puerta, sus manos tiemblan ante la duda, pero siquiera antes de que tomar el suficiente valor, la puerta esta se abrió de golpe, en ella una sombra se discierne a través del marco, tamon, quien habría abierto la puerta, se veía en un estado deplorable la pobre se veía bastante herida, con esfuerzo intentó decir algo pero simplemente las palabras no salían de su boca, su cuerpo cansado no aguanto y perdió el equilibrio, cayendo de bruces hacia el suelo, gerardo en una rapida reaccion logra atraparla, evitando que se estrellara contra el suelo.

Shadow Souls: El Alma InternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora