Capítulo 3: "Preguntas"

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Dame la mano antes de que nos hunda la marea
Antes de que el tiempo pase, podemos pararlo ahora
Antes de que nos envuelva la tormenta
Podemos evadirnos del mundo
Que nos rodea
Estoy hasta la polla, voy a dormir hasta que me muera
Con la mirada perdida, envuelto en una humareda
Veo pasar los días como si fueran horas
La muerte está en la esquina, date prisa que no espera
Date prisa que no espera...

Miranda, Niebla


A veces las cosas no sucedían como uno planea. A Yangyang le hubiese encantado que el momento en el que se presentara con Junnie por primera vez, hubiera ocurrido de manera tranquila. Entraría a la habitación con calma, sorprendiendo al pequeño muchacho. Junnie le habría preguntado quién era con un adorable brillo de curiosidad en sus bonitos ojos, y una tierna expresión de confusión cruzaría su rostro. Junnie le diría por fin su nombre, y así acabaría la incertidumbre de Yangyang por saber a qué respondía el chico de cabellos rosados. Luego Yangie se sentaría en la silla blanca de plástico que había al lado de la camilla, y así pasarían la tarde, en una charla amena, y conociendo los gustos del otro. Yangyang quería saber todo sobre Junnie. Se comparaba así mismo como un niño con todo un nuevo mundo por descubrir, y juraba que así era, porque estaba seguro que Junnie era un mundo completamente nuevo, y Yangyang quería explorarlo hasta el más recóndito lugar. Hasta el más oscuro y frío. Siempre y cuando Junnie lo dejara, claramente.


Esa preciosa escena ahora solo era un producto de su imaginación. Un ideal que ya no podría cumplir. Lastimosamente, Yangyang no tenía el poder de volver en el tiempo para así recrear el momento y que pasara tal y como lo planeó. Las cosas habían sucedido un poco diferentes.



En el momento que entró, Junnie había soltado un grito y también dejó caer sus cosas. El fuerte ruido que se produjo llamó la atención de la enfermera Chaeyoung que estaba tomando su descanso, mientras hablaba por celular en el pasillo. Ella entró en la habitación, y rápidamente y a los gritos llamó a Kim, quien justo en ese momento estaba charlando con "Kun-ge" y Renjun que recién llegaba al hospital para el horario de visitas. El momento había sido sumamente penoso, tanto para Yangyang como para Junnie. Sabía que luego reiría con Xuxi en cuanto le contara, pero eso no estaba seguro que eso fuese a pasar pronto.


Yangyang se encontraba ahora en el corredor, con la cabeza contra la ventana mirando hacia fuera. Si volteaba, se encontraría con la mirada matadora de Kun y Renjun sobre su nuca. Yangyang creyó que Kun era intimidante, pues retiraba por completo ese pensamiento. El pequeño chico de cabellos violáceos, Renjun, sí que le daba miedo. Era el metro y medio más intimidante del mundo.


Estaba frustrado, algo triste y con hambre, porque Kim le había dado un sermón de esos que Kim solo sabe dar, y además le dolía la oreja, porque no sabe quién le tiró de ella y aún la tenía algo rojiza. Lo único bueno que podía llegar a sacar de esa pésima experiencia era que por lo menos sabía el nombre de Junnie de cabellos rosas; "Xiao Dejun." De solo pensarlo se sentía contento, revitalizado, porque sentía que sus esfuerzos valieron mínimamente la pena. Es un nombre precioso. Estaba comenzando a creer, que todo lo que rodeaba a Dejun era precioso. Y eso nunca le había sucedido. Suspiró profundo, provocando que el vapor de su exhalación empañara el pulcro vidrio de la ventana.


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⏰ Última actualización: Apr 29, 2021 ⏰

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