NUESTRO ARTE (L.S.)

CAPÍTULO 10: Nuestro Arte

Harry se quebró. No sabía que le dolió más, si ver a Lou tirado al borde de la muerte, o el hecho de que esté aquí, vivo, pero no lo recordaba.No recordaba todas esas tardes en las que se quedaba hasta noche pintando, hablando de cosas sin sentido por horas y horas, escabulléndose entre las clases para poder verse más. Era Louis, pero al mismo tiempo él no se encontraba ahí. Sus recuerdos estaban dentro de esa cabecita y Harry no descansaría hasta que él lo recordara.

-¿Lottie? - pregunta Lou apartando la mirada de Harry y centrándola en la chica.

-¿Me recuerdas? - preguntaba Lottie con los ojos llorosos, acercándose a la camilla.

-Uhmmm, te recordaba más pequeña - dice Lou esbozando una leve sonrisa.

-El doctor dijo que recordarías cosas de tu pasado, pero no de tu presente - contesta Lottie tomando la mano de su hermano. Harry les da la espalda, no podía verlo así, se pasaba la mano por el cabello una y otra vez en seña de desesperación.

Pasaron unas cuantas horas para que el doctor diera finalmente de alta a Louis. Durante todo ese tiempo Harry no salió de la habitación en ningún momento. En momentos Lou volteaba a ver misteriosamente al chico, el cuál no le dijo su nombre. No entendía qué hacía ahí, o por qué no había dicho ni una palabra desde que le preguntó por su identidad. Sentía curiosidad, pero a la vez temor. De hecho no comprendía absolutamente nada, Lottie no le contaba lo que había ocurrido o qué lo había llevado a estar en su situación, pero cada vez que hacía esa pregunta el chico de los ojos verdes soltaba el llanto de nuevo, por lo que después de preguntar 3 veces, sólo dejó de hacerlo.

-Se lo pueden llevar a casa, cualquier cosa que suceda llame al hospital, que estamos para atenderlos - dice el doctor con una agradable sonrisa despidiéndose de los tres jóvenes. Lou iba en silla de ruedas y Lottie era la que lo cargaba.

Los tres salen.

-¡TENGO UNA IDEA! -Harry grita de repente, Louis se asusta y Lottie sólo pone su mano en el hombro del castaño - Vamos a mi casa, de seguro que recuerda todo Lottie.

-¿Recordar qué? - pregunta Lou.

-Lo entenderás cuando lleguemos.

-Discúlpame, no iré a ningún lado con alguien que no conozco, en serio. - dice Lou con toda la seriedad del mundo, no se imaginaba que con esas palabras estaba martillando el sensible corazón de Harry.

-S... soy - tartamudea Harry entre sollozos - soy yo Lou, soy Harry.

Harry se inca en frente de Lou, pero él seguía confundido.

-Harry, él tiene que descansar, el doctor dijo que Lou no recordará nada mientras su cerebro esté inflamado, tenemos que esperar unos días ¿Qué tal que mañana por la tarde pasas por la casa y le enseñamos a Lou algunas cosas para que vaya refrescando su memoria?

La chica se acerca a Harry y le da la mano para ayudarlo a levantarse. Harry accede ante la silenciosa petición y toma la mano de la chica. Se levanta derrotado y se va caminando a su casa, la cuál no quedaba muy lejos del hospital. El chico llega a su hogar, pero vio que su madre se encontraba frente a la puerta, se notaba angustiada, pero pareció como si le hubiera entrado el alma al cuerpo cuando vio a su hermoso hijo cruzar la calle. La señora corrió hacia Harry abrazándolo.

-HIJO, ¿DÓNDE TE HABÍAS METIDO? -preguntó la señora dándole miles de besos por toda la cara.

-Vamos adentro mamá, hace mucho frío.

Ambos entran en casa y ven a Gemma y a su padrastro sentados en el living, muy asustados, pero dieron un suspiro de alivio al mismo tiempo al ver a Harry.