No te enamores de la apuesta (#1 Amores Y Apuestas)

6. La Apuesta

Dahlia:

—Si siguen así, todos ustedes Irán a verano. —Reprocha el decepcionado profesor de química, mientras reparte los exámenes revisados.

Y al parecer la mayoría ha sacado por debajo del promedio.

—Lamento que esté salón sea casi una decepción.

—¿Casi?. —Pregunta alguien detrás de mi.

El profesor llega a mi carpeta y me entrega el examen con una sonrisa, un perfecto sobresaliente aparece en esa hoja, pero no es nada extraño, siempre he sacado buenas notas.

—Felicidades, señorita Baker. Eres la que ha sacado la puntuación más alta y … acabas de llegar.

Todos comienzan a murmurar, entonces escucho esa palabra “Sabelotodo" refiriéndose a mi.

—Deberían darles vergüenza que un recién llegado saque mejores notas que toda la clase.

Tengo todas las miradas sobre mi, algunos interesados, otros burlones y por último, los sorprendidos.

Bueno, los estereotipos también existen aquí.

Suspiro.

Ahora me convertí en una sabelotodo.

(***)

—Celia Tylor. —Se presenta una chica de cabellera negra, una de todas las que estaban en mi clase.

Tiene una sonrisa en el rostro.

—Dahlia.

Paso de largo y ella comienza a perseguirme por los pasillos.

—Iré al grano, Dahlia. —Dice a mi lado. —Soy la presidenta del decatlón académico que se realiza cada año.

Ya se por donde va esto.

—Y tu tienes el potencial que se necesita para ser parte de nuestro equipo.

—Fue solo una nota, que no te sorprenda.

—Si lo hago. —Ella continúa. —Nadie aprueba los exámenes del señor Morris y tu lo hiciste, estando presente en solo una clase.. yo no lo llamaría solo una nota.

—Yo si..

—Vamos.. eres quien nos hace falta y contigo podríamos ganar. Los chicos lo creen.

Ella señala detrás de mi, giro el rostro y los veo, son tres chicos a los que desconozco, pero se notan lo perdedores que son y a su lado también se encuentra Harry, lo que termina sorprendiendome.

—¿Harry esta en el decatlón?

Ella sonríe y asiente con la cabeza. —Es el más listo, sus notas son excelentes.

Abro los ojos.

—Diría que esta a la par contigo y es quien más no ha salvado.

—¿Salvado?

—De no quedar en ridículo. —Responde ella. —El 95% de las preguntas las resuelve el.

Le doy una mirada a Harry, sigue concentrado en su teléfono y con los audífonos en los oídos.

Por un momento su mirada se encuentra con la mía, lo que me hace apartar los ojos y regresarlos a los de Celia.

—¿Entonces te nos unes?

Hago una mueca. —Me halaga, pero no.

Aprieta los labios. —¿Al menos podrías pensarlo hasta la salida?