Si fuera una chica todo seria diferente
Si tuviera un lindo cabello largo como el de ella todo sería diferente
Si fuera una buena persona como ella todo seria diferente
Si fuera un Ángel como ella todo sería diferente
- Si fuera ella todo sería...
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Siempre de regreso a casa sacaba mis audífonos inalambricos y reproducía cualquier canción random procedía a darle un audífono a cristian, siempre era así todos los días, no importaba cual canción fuera con solo el hecho de compartirla con el la canción automáticamente se convertía en el éxito del año. Probablemente describo mi mundo junto a el de color rosa pero es que es así, el básicamente es el único lugar donde puedo estar tranquilo pero a la vez es la causa de mucho de mi dolor, ¿Que voy hacer el día en que el tenga pareja?
Llegamos a su casa en la cual se había convertido también en la mía, subimos a su habitación y empezamos a realizar nuestra tarea, nada fuera de lo común. Cristian fue el primero en terminar de los dos lo cual era de esperarse, cuando el termina suele ayudarme mientras me hace un poco de platica.
- ¿Adivina quien aceptó salir en una cita conmigo? -
Por favor no me hables de ello, si tan solo supieras el daño que siento cada vez que me cuentas como cada día logras más estar junto a ella
- ¿Cinthya no es así? - - Me dijo que esta vez la cita se la tomara más enserio - - ¿Eso quiere decir que ya está interesada en ti? - - Probablemente sea así, cada vez estoy más cerca de conseguirlo ya veras - - Sabes que estaré aquí para apoyarte -
Aunque duela mucho estaré aquí
Era la mañana siguiente, me desperté y por primera vez no había ruido en casa al fin un día donde no se oían gritos a la primera hora de la mañana, me coloque mi uniforme, tome mis audífonos, celular y mochila. llegaba a la escuela, hacia la misma rutina todos los días tomar las clases prestar un poco de atención para que cristian no me mate a la hora de realizar las tareas para que al fin llegara la hora del descanso.
Tome mi mochila y me dirijo al techo de la escuela, nadie se animaba a subir realmente la mayoría prefería convivir con los demás y luego estábamos el cesar y yo, todos los días sin falta nos reuníamos en aquel lugar para acabarnos una cajetilla de cigarros y hablar de cualquier wea que viniera de nuestra mente. Nuevamente este se encontraba mirando hacia el patio principal
- Llegas tarde hoy -
- Estaba terminado de copiar algunos apuntes -
- Traes la caja -
- Sin falta ya lo sabes -
efectivamente yo soy el de la gran idea de fumar, al principio el cesar fue quien me ofreció un cigarro cuando nos conocimos, fue de esos días en el que yo me había enterado que Cristian se había interesado por alguien mas, me encontró llorando en el techo cuando el llego a consolarme a pesar de que no nos conocíamos este me ofreció uno y fue cuando me anime a probarlos.