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El tiempo pasaba rápido, haciendo que el temor y ansiedad de HyunJin se fuese junto con ello. El miedo de que alguien los buscará y se llevarán a Felix era algo que —a pesar de que no había sucedido— lo iba a preocupar por mucho tiempo. Estaba feliz por Felix, le gustaba verlo feliz haciendo algo que adoraba y eso era suficiente para él. Por otra parte ChangBin continuaba con ellos, haciendo que inclusive Felix se preocupara por los padres del mayor, ellos habían dicho que volverían lo antes posible, pero de ello habían pasado ya un par de semanas. HyunJin como Felix sabían que ChangBin no era un niño pequeño y que era lo suficientemente maduro para valerse por sí mismo —se los había demostrado— pero ambos sabían lo que era sentirse solo, sin sus padres y no les gustaba que el mayor se sintiera así.
— Entonces dime, Felix —El nombrado miró a la mujer, quien abria un saco de harina— ¿De dónde vienes? —La mujer lo miró
— Bueno... trabajaba con HyunJin —Frunció el ceño y continuó con su trabajo, la mujer se carcajeó
— Sé que no cariño, alguien que trabajase allí no se vería tan bien o sin marca alguna —Felix frunció el ceño, volviendo a mirar a la mujer— Y tampoco hubiese reaccionado así ante esa no noticia —Sonrió— Soy muy anciana, todo lo que me digas lo guardaré hasta que ya no exista —Felix negó, le había prometido a HyunJin no decir nada y no rompería esa promesa, era un hombre de palabra y no quería que HyunJin se sintiera defraudado por él.
— Trabajaba en la cocina, era sumamente nuevo allí cuando todo comenzó a arder —La mujer asintió
— Entonces debes cuidar a HyunJin, si lo buscan se lo llevarán para que combata con todo el resto, al rey no le importa más que su propia vida —Felix asintió, él sabía eso, lo tenía más que claro. A su padre nunca le importó lo que pudiese suceder con cualquier persona, a menos que eso lo afectara a él. Amaba no ser como su padre, no sabía si era igual a su madre, pero estaba seguro de que no era ni un poco parecido a su padre.
HyunJin miraba a Felix, quien sólo había llegado de su trabajo y se había sentado fuera de la casa y se había quedado allí, mirando a la nada. Le preocupaba.
Felix se sobresaltó al sentir que alguien se sentaba junto a él, para luego sonreírle a HyunJin.
— ¿Qué sucede? —Felix suspiró— Sé que algo te preocupa, sabes que puedes decirme.
— ¿Cree que me parezco a mi padre? —HyunJin frunció el ceño— Es decir, si en algún momento me vuelvo cómo mi padre... ¿Estarás ahí para decirme que soy muy estúpido? —HyunJin rió
— Por supuesto que sí, estaré junto a ti el tiempo que sea necesario o el que tú quieras —Felix apretó sus labios
