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HyunJin y ChangBin habían comenzado a pasar mucho tiempo juntos, haciendo que Felix se sintiera mal por ello, no entendía el porqué de su malestar ante eso, pero lo hacía. HyunJin se sentía bien con ChangBin, ambos habían trabajado de pequeños y sus vidas habían sido sumamente parecidas, y conocer a alguien que no fuera por trabajo hacía que se sintiera más libre. ChangBin parecía no tener muchos amigos, y los que tenía estaban en el pueblo al que sus padres habían ido. Felix se sentía mal por el hecho de que HyunJin debía hacer tantas cosas por él, haciendo que quisiera hacer algo por si mismo, pero no sabía que hacer
— ¿Trabajar? —HyunJin frunció el ceño, Felix asintió— No es que me parezca malo que lo haga, pero no creo poder cuidarlo si trabaja —Felix frunció el ceño
— HyunJin, por favor, es lo único que puedo hacer, nunca dejaron que haga nada por mi cuenta, deja que al menos haga esto —HyunJin apretó sus labios y tomó aire— Por favor.
— Déjame pensar un poco Felix —El menor asintió, y apretó sus labios— Conozco a una señora que vive cerca de aquí, ella hace pasteles, tartas y pan, todas esas cosas —Felix sonrió— A ti te gusta cocinar, puedo preguntarle si puedes trabajar para ella.
— Me gusta la idea —HyunJin suspiró
— A mí también, sobre todo por el hecho de que vive aquí enfrente —Felix rió— Lo digo en serio, deja que le pregunte —HyunJin se levantó de su lugar y salió de la casa. ChangBin se adentro a la casa, había oído que ambos chicos hablaban y había preferido quedarse afuera.
— Lix —Felix lo miró— Me reglaron fruta, pero creo que se pondrá fea en un par de días, ¿Sabe hacer alguna tarta o algo con esto? —Frunció el ceño, Felix asintió
— Claro, adoro cocinar —Felix sonrió
— A mí siempre se me quema todo lo que hago —Felix rió al igual que ChangBin
HyunJin golpeó la puerta de la casa de su vecina, la cual abrió la puerta y le sonrió. Hace quizás un año que no la veía, prácticamente de la última vez que había pasado por el pueblo, pero parecía que la mujer lo reconocía.
— HyunJin, ¿cómo estás cariño? —HyunJin le sonrió
— Muy bien, mejor ahora que estoy de regreso —La mujer le sonrió
— ¿Qué sucede? ¿Necesitas algo? —La mujer miró hacia el interior de la casa— Mejor pasa, tengo pan en el horno y no debe quemarse —HyunJin rió y se adentro, para luego cerrar la puerta tras el.— Ahora dime cariño, ¿qué sucede?.
— Necesito pedirle un favor enorme —Apretó sus labios, la anciana lo miró— ¿Usted podría darle trabajo a un amigo? —La mujer rió
— Claro que sí, ya estoy algo vieja para la cantidad de pedidos que me hacen y creo que un poco de ayuda me vendría perfecto —HyunJin sonrió— Aunque también necesito de alguien que entregue los pedidos, ya me canso muy rápido —HyunJin rió
— Me encantaría ayudarla en ese caso —La mujer sonrió y guardó un par de cosas para luego colocar una fuente con pan y luego guardarlos en una bolsa
— Si entregas esto, te lo agradecería mucho y podré darte un poco de dinero por ello —HyunJin negó y rió
— Con que me regale un par de estos panes estaré demasiado bien —La mujer sonrió
