•C A P 3•

232 24 9
                                    

-¿Eres la hermana menor de Nara?

Fruncí mi ceño en respuesta, estaba un poco sorprendida al principio, pero después recordé que el rubio era un héroe y había trabajado en aquella misión con mi hermana.

-¿Porque mierda escuchas conversaciones de otras personas?

-No espera, yo no quería...

-No parecía como si no quisieras. Hasta hiciste preguntas.

-A lo que voy es que, no era mi intención escuchar, solo vine a devolver esto-. Estiró su mano en forma de puño lo que me hizo inconscientemente dar unos cuantos pasos atrás.

Frunció su ceño ante tal acción, pero no dijo nada. En su lugar se quedó quieto y abrió la palma de su mano lentamente para mostrar un billete arrugado.

-¿Está bien si me acerco?-. Dijo dando un paso al frente lentamente.

-Ya lo hiciste antes-. Hablé acortando la distancia, para evitar que esté fuera el que continuará acercándose.- Que diferencia hace tener modales ahora cuando ya me diste una jodida primera impresión.

Le arrebate el dinero. Pero el movimiento brusco me causó un repentino dolor de cabeza.

-Es parte de mi encanto-. Sonrió.- Sobre todo las jodidas primeras impresiones.

-Vale-. Conteste sujetando el puente de mi nariz.- Si ya terminaste me iré.

-¿Que?

Le di la espalda.

-¡No espera...!

-Mira, si lo que quieres es un Gracias...

-¿Bromeas?-. Su voz se escuchó un tanto cerca, lo que me hizo saltar un poco. Al mirarle ya se encontraba a un lado de mi.- La hermana de Nara es un misterio. Tengo curiosidad.

-Eres idiota si piensas que hablaré de mi a un desconocido.

-Ya me había presentado. Soy Hawks.

-¿Acabas de ignorar lo que dije?

-Me estoy volviendo a presentar, si nos presentamos ya no seremos desconocidos.

-Así no funciona-. Le mire de arriba abajo, aún continuaba sonriendo. Por lo que pare de caminar y di un suspiro. Aunque eso fue por otra razón.

Mi respiración estaba agitada. Volvía a marearme.

-Te he rechazado...desde que te acercaste a mi...A este punto es...-. Sujete mi cabeza, hacia demasiado calor.-...acoso...

Mi vista comenzó a nublarse, y mi cuerpo perdió estabilidad.

-Niña, ¡Hey niña...!

No fue sorpresa que cayera sobre el cemento, y después de unos segundos perdiera la consciencia.

Tiempo después desperté en una superficie suave, recostada boca arriba. Todo mi alrededor se encontraba tenuemente aluzado por la luna.

Tenía calor aunque el cuarto estaba helado. A excepción de mi cabeza que tenía un paño de tela helada. Mi torso se sentía levemente pesado, por lo que comencé a tocar lo que había sobre mi. Era un saco con dos grandes agujeros por la espalda. Que aunque era cómico, de alguna manera daba calor.

Agradecida lo tome para cubrirme, retirando el paño con la mano contraria a la vez que me levantaba. Me enderece con cuidado, bajando un pie después del otro hasta quedar sentada, acomodando al igual que apretando la prenda alrededor de mi espalda cuando una fría brisa pegó contra mi cuello.
Mire a mi alrededor, se trataba de una simple oficina, con un escritorio, una computadora, una silla, y un librero pegado a la pared. No había nada que resaltara el nombre del lugar. A excepción de los pocos carteles que se veían por la ventana.

No lo entenderías (Hawks y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora