Rebeldes Jugando Con El Amor!

45 - Jennifer en sus mejores momentos

#Rous

Estaba lista desde hace un buen rato pero, como decirlo sin que suene a qué soy una idiota.
Tengo pena.

Y como si la hubiera invocado.

– Pero bueno, te vas a quedar toda la noche aquí, no me digas que tienes pena? –. Ya Jenny se estaba tambaleando de los tragos que llevaba encima.

– Es que, es que –.

– Es que nada! –. Me gritó – Quien va a tomar la foto donde salgo humillando a Gerardo? –.

Se acuerdan del desdichado, infiel y asqueroso ex novio de Jenny? Al cual nunca le cobramos su traición hacia mi amiga. Ese sujeto fue invitado hoy aquí, según los rumores (osea nosotras metiendo chisme) el cree que Jenny lo va a perdonar durante la fiesta.... Aja, pero no sabe lo que le espera.

– Amichis, antes de salir con un chico deberías enseñarle tu cuaderno de bromas, se asustara tanto que ni se le ocurrirá engañarte. Así te ahorras todo esto –. Dije ya decidiendome a salir.

– Y quién dijo que hacer esto me molesta, si la mejor parte de que te engañen es cuando te vengas –. Y comenzó a reír como loca.

– No puedo discutir con semejante lógica –.

Y bajando las escaleras se me rompió un tacón.

– Te digo, estoy salada! –. Pero ella me obliga a terminar de bajar.

. . .

– Damas y caballeros, tengo el honor de presentarles a la princesa de esta noche! –. Hablo Jenny desde un micrófono y el juego de luces; dirigido por Thomy, apunto a la parte alta de las escaleras por donde salió Gerardo, o mejor dicho Gerarda.

Todos se reían de el, llevaba un vestido rosado de princesa el cual le quedaba muy apretado y ni le cerraba. Su cara estaba toda mal pintada con labial y sombra, y en el cabello llevaba un gran lazo fucsia.

Se quedó unos minutos asimilando lo que había pasado mientras mi amiga aprovecho para tomarse las fotos.

Gerardo intento huir bajando las escaleras, pero el pobre andaba tan apenado que olvidó que llevaba unas plataformas y que obviamente no sabia caminar con ellas.

¡Fuera abajo!

Del mismo coñazo se le salieron los zapatos. Pero así mismo siguió corriendo.

– ¡Oye Cenicienta se te quedó la zapatilla de cristal! –. Le lanzó Jennifer el zapato.

Agradezco haber salido de mi habitación para ver esto.

Mi vista volvió a las escaleras dónde venía mi grupo de guapos amigos riendo.

– Gracias chicos –. Dijo Jenny, aunque apenas se escuchó por la música alta –... Y no lo pienso repetir –. Concluyó y se fue.

– No importa, nosotros también lo disfrutamos –. Dijo Jeans.

– Hubiera quedado mejor maquillado si no se hubiera movido tanto –. Está vez fue Day.

— Si, pero el solo gritaba: ¡sueltenme, no me hagan nada... Mamaaaa! –. Se burlo Rich, todos nos reímos.

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Habían pasado calculo yo 2 horas desde que inicio la fiesta, un poco cansada de bailar me fui con Jenny al bar que se montaron Thomy y Richard bajo las escaleras.

– ¿Y como van chicos? –. Pregunto sentandome en uno de los taburetes frente a la barra.

– No muy bien, pero algo se ha servido –. Respondió Richard.