Felicidad

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Por fin era mi cumpleaños me sentía bien después de tanto tiempo lo pasaba con alguien que no fueran mis amigos o familia, Ban me dijo que me ayudaba en el bar que me fuera a festejar, me siento bien son las 7 pm estoy esperando a Eli, cuando vi la puerta abrir no podía creer lo que veía ella con un vestido color durazno, su cabello recogido haciendo que resaltaran sus ojos azules, me dio un delicado beso podía sentir cariño y por un instante olvide todas mis dudas, cubrió mis ojos con la una venda nos subimos al auto, ella cantaba, me sentía nervioso no sabía a dónde íbamos.

Eli: hemos llegado, ven vamos (abrió la puerta y ayudó al rubio a bajar del carro)

Mel: Eli ¿donde estamos?

Eli: es una sorpresa, ven sígueme

Pude sentir una brisa fresca chocando con mi rostro, ella está guiándome y por primera vez note su perfume sin esos toques de cigarro que la caracterizan, sentí sus manos cálidas en mi nuca iba a quitarme la venda, abrí despacio mis ojos y mi sorpresa fue que estábamos en el mirador donde le pedí ser mi novia, ella miraba la ciudad y yo contemplaba su belleza

Eli: recuerdo ese día como si hubiese sido ayer; tu nerviosismo combinado con tu timidez fue lo que me cautivo, no me arrepiento de estar aquí contigo (ladeo su cabeza para poder ver el rostro del rubio y sonrió calidamente) ¿sientes lo mismo?

Mel: como poder olvidar ese día si fue el gran inicio de esta historia (suspiro) Elizabeth gracias (la albina lo miró confundida)

Eli: Feliz cumpleaños amor, ven vamos a cenar (le dio la mano al chico y está la siguió, llegaron a un kiosco adornado) espero que te guste la cena.

El rubio vio a Jericho con un traje de mesero llegando con la cena sonrieron al chocar sus miradas.

Mel: gracias (vio irse a la pelilila)

Disfrutaron de la cena, conversaban y se reían de bromas, mientras bebían un poco de vino, él pensaba que la sonrisa relajada de Eli era perfecta, podría ser ella la mujer porque ha estado esperando toda la vida o quizás sea solo aquel amor momentáneo que viene a enseñarle pero como podría ser eso cierto si con ella se siente muy bien, le encanta su voz dulce cuando dice su nombre, su mirada fría que a veces es tan vacía y a su vez tan llena de amor, sus mejillas que se roburorizan cuando él le habla de amor definitivamente tenía que ser ella para él. Podrían ser como unas rocas en el río sin forma y con el tiempo limar asperezas y ser una buena pareja, con ella venía un buen futuro no podía negarlo.

Eli: ¿te ha gustado? (lo miró calidamente)

Mel: si amor, no me esperaba algo así (miraba con ternura a la albina)

Eli: y todavía falta más (con un pie comenzó acariciar la pierna del rubio a lo que este comenzá a ruborozarse) pensé que podríamos ir a otro lado.

Ambos sonrieron y comenzaron a levantar las cosas del kiosco las metieron al carro, elizabeth se dispuso a manejar

Mel: ¿como le hiciste?

Eli: dan permisos para hacer este tipo de cosas, por eso esta el vigilante, la comida Jericho la trajo desde su casa, tienen buen sazón y le pedí ayuda, ella es muy romántica estas cosas le encantan.

Mel: me agrado Eli gracias también se aproxima nuestro aniversario

Eli: lo sé, será excelente ese día tengo planeadas varias sorpresas.

Llegaron a un jardín que estaba adornado de varias flores y árboles, se sentaron en una banca y la albina miraba el cielo estrellado, tomados de la mano, él la miraba fascinado.

Eli: me gusta.... (el rubio la miró confundido) me gusta estos días podría detener el tiempo para mirar tus ojos color jade, definitivamente tuve suerte al encontrarte

Mel: las Diosas tenían un plan para nosotros, amor, quizás todo lo que nos pasó se compensa con estos momentos.

En su mirada de notaba el amor que sentía por esa encantadora mujer y vio algo en la mirada de ella un brillo espectacular que mostraba amor sincero, unieron sus frentes, ella corto la distancia y beso tiernamente a su amante, puso sus manos frías en el cálido rostro del chico, este por su parte tomó firmente las manos de la albina, sentía en ese beso miedo, él quería transmitirle confianza, seguridad y amor. Eran vistos por una mujer que iba pasando y se detuvo al ver la ¿escena final? Desde su punto de vista no era más que una despedida de amantes, ya que la albina dejaba escapar lágrimas, no era experta en ese tipo de escenas sólo era su perspectiva de un amor que pedía sanación, dejó de mirar y decidio seguir caminando.

Ella no quería soltar el cálido rostro del chico, dejaron de besarse y muy dentro de ella algo le decía que se quedara así todo el tiempo que pudiera, por su parte el chico sostenía sus manos y no apartaba su frente de la albina, ni abría los ojos quería disfrutar el momento, sintió como descendía la temperatura y el cielo tronaba al parecer se aproximaba una ligera lluvia, ambos se pusieron de pie y caminaron llegando al centro del parque donde se deiletaron con el efecto de luces por la fuente principal.

Eli: ven (tomó la mano del chico y jalo de ella para llevarlo cerca de las pequeñas fuentes del piso)

Mel: espera.... No... Vamos a (ya no pudo hablar pues ya estaban jugando con el agua, corrían y reían, la albina se quito sus zapatillas para no resbalarce y solo disfrutaban) van a regañarnos

Eli: sigamos disfrutando antes de que lo hagan (el rubio la cargo estilo costal de papas y le daba vueltas, ella reía escandalosamente cuando comenzó a llover aunque no fue impedimento para que ellos se detuvieran, seguían disfrutando de su velada)

Vigilante: hey! Salgan de ahí, mocosos (grito un señor y los chicos al verlo salieron corriendo, ni tiempo le dio a la albina de recoger sus zapatillas)

Corrieron y llegaron al auto, iban completamente empapados pero no paraban de reírse, ella se sentía cómoda y él enamorado de la sonrisa relajada de la chica, ahora él iba manejando llegaron a casa del chico y mientras ella preparaba la tina para un baño, él le daba de comer a su gatito mientras cuidaba el agua de la tétera.

Eli: ya está listo (se acercó al chico y lo abrazo por la espalda)

Mel: bien también el agua, nos bañamos rápido y  tomamos té, espero no enfermes.

Se dieron un baño rápido, la chica estaba en la cama tapada con una cobija con el gatito en su regazo, entraba a la habitación un rubio con dos tazas de té le entregaba a la albina una y después se metió a la cama con ella para degustar su té.

Mel: si hacía falta un té, esta haciendo bastante frío afuera

Eli: se aproxima temporada de lluvia, por cierto amor, mañana no podré verte ¿no hay problema verdad? (dio un sorbo a su taza y suspiro)

Mel: saldrás con tus amigos? (miraba su taza aparentemente tranquilo)

Eli: no, es la cena anual del despacho y como estoy haciendo prácticas soy invitada.

Mel: ¿Quieres que vaya por ti?...

Eli: no, amor, muchas gracias, Howser dijo que me llevaría a casa, todo estará bien.

Terminaron de beber sus tazas, la albina las llevó a la cocina, lavo y subió de nuevo a la recamara, donde encontró un rubio dormido se detuvo a contemplarlo, moria de amor por él...

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